Cauã Reymond en Argentina: “No me gustaría ser sólo un galán”

Cauã Reymond, el reconocido actor brasileño que se convirtió en estrella en Argentina gracias a su rol como Jorgito en “Avenida Brasil”, está en el país para presentar “El juego del pecado”, la ficción que Telefé estrenará el próximo lunes, sumando así un nuevo enlatado a su grilla.

“Jorgito”, “Jorgito”, claman los porteños -especialmente las porteñas- al descubrir al intérprete carioca, de visita en la ciudad, llamándolo por su creación más popular en la pantalla local, el romántico personaje de “Avenida”, serie que aún se replica por la pantalla Magazine TV.

Ahora Reymond tiene la chance de desechar aquella piel: se convertirá desde el lunes en Juliano Pereira, el líder comunitario de una favela, víctima de injusticias e incapaz de limitar su amor por la criatura interpretada por Vanessa Giacomo, la villana de “Rastros de Mentiras”, otro folletín, también realizado por la productora Globo, hacedora de tanques televisivos de exportación.

Los 167 episodios originales de “El juego del pecado” terminaron de emitirse en su país de origen en marzo, con un rating que comenzó a afianzarse pasados algunos capítulos de iniciada la comedia dramática, para comenzar luego un ascenso y afianzamiento del envío, que tiene en su elenco a otra referente del culebrón latinoamericano, la bella Giovana Antonelli, la dama de “El clon”, responsable de algunas escenas calientes que encendieron las redes sociales.

En su visita por Argentina para promocionar la tira, el galán se mostró apasionado por su faceta como productor audiovisual, y para muestra basta el reciente video de Bárbara Ohana, donde caracterizado como una travesti rubia pide por “más amor, menos intolerancia”, que fue filmado luego del atentado en Orlando ocurrido en junio.

“Juliano es un muchacho nacido en una favela, su padre fue acusado por un delito que mi personaje entiende que él no cometió, pero acaba siendo incriminado junto a su papá, aunque se termina volviendo un referente en su comunidad y se casa”, explica Reymond de su nuevo personaje. El galán explicó que “siempre elijo los proyectos en función de los profesionales con quienes voy a trabajar”: en este caso, Reymond trabajará codo a codo con el mismo equipo de ‘El color de pecado’, “mi primera tira”, y de ‘Avenida...’.

“Ni bien terminamos de rodar en 2012 nos pusimos de acuerdo para volver a filmar juntos. La historia también fue escrita por João Emanuel Carneiro (autor de guiones para el cine como el de “Estación Central”) y está dirigida por Amora Mauter”, cuenta Reymond sobre el proyecto.

INSEGURIDAD

Como en Brasil, el tema de la injusticia es central en la opinión público, como refleja “El juego del pecado” y, también, su último trabajo, “Justicia”, una miniserie policial, donde Cauã mostró otros colores actorales. “Todavía estamos pasando una situación muy complicada, hoy la política es un tema ríspido, cuando das cualquier tipo de opinión los grupos son tan diversos que inevitablemente surgen ataques de rabia”, opina sobre la situación en su país Reymond, quien podría referirse con las mismas palabras a nuestro país. Y agrega: “Cuando hice ‘Avenida... se vivía un tiempo muy bueno, la gente tenía más acceso al consumo y eso ayudó al suceso del programa. El éxito de un producto no sólo depende del guión, la dirección y de los actores, se relaciona también con una época política, social y económica de una sociedad”.

Actor de cine, de telenovela y de policial, el galán afirma que “cada rol requiere de una preparación distinta. En el caso de Juliano, como yo ya había filmado una peli en la que interpretaba a un jefe de traficantes de drogas, un filme de bajo presupuesto pero con mucho éxito, pude entrevistar a muchos líderes de las comunidades”.

“Cuando supe que iba a componer a uno de ellos, volví a las favelas y fui a verlos para conversar y obtener más puntos de vista que me permitan entender cómo se maneja un líder. Juliano, de todos modos, resulta un héroe romántico”, revela Cauã, mostrando que es mucho más que un galán, un rol que, afirma, meramente “completa una función en la dramaturgia de una novela: el chico y la chica conducen la historia de amor. En ‘Justicia’, mi rol fue otro, pero no me incomoda el papel de galán: estoy muy agradecido, ya que construye una relación muy próxima y placentera con la gente. Aunque si mi trabajo se circunscribiera sólo a oficiar de galán, creo que no me gustaría”.