Con la reinvención como bandera

El Cuarteto de Nos explotó en las radios en este milenio, pero lleva tres décadas de trabajo desde Uruguay: y en medio de una de las tantas mutaciones con las que experimentó en los últimos años aterriza en la Ciudad desde el otro lado del charco esta noche, a las 21, en la Sala Opera de 58 entre 10 y 11.

“Me encontrás escuchando una mezcla del disco nuevo que me acaba de mandar Cachorro López”, explica su cantante y compositor, Roberto Musso, que llegará con el Cuarteto a presentar su disco anterior, “Habla tu espejo”, de 2014. La nueva obra, todavía sin título, implicará un nuevo giro para la página, tras “agotar” según Musso las posibilidades del intimismo exploradas en su anterior y exitoso disco.

De todos modos, “hoy por hoy, las bandas, el Cuarteto en particular, son el show en vivo, no el disco que están presentando. ‘Hable tu espejo’ nos sirvió para incorporar canciones al repertorio y darle una dimensión diferente al show, con un tipo de canciones, emotivas y viscerales, que no teníamos. El show se transformaba en una montaña rusa de emociones, funcionó muy bien”, le avisa a los fans del grupo, y aclara, además, que este show será distinto al de la primera gira del álbum, el año pasado.

“Este año quisimos hacer un ‘refresh’ del show, tocamos algunas canciones de ‘Hable tu espejo’ que no habíamos tocado y realizamos muchas reversiones de canciones de ‘Raro’ en adelante”, explica quien fundó la banda junto a su hermano Ricardo en 1984.

Cachorro

“Raro” es, justamente, el álbum que marcó la explosión internacional de la banda, el primero de cuatro producido por Juan Campodónico: “Fue el gran responsable de la internacionalización de la banda. Pero este año estaba con sus proyectos personales, y se dieron las circunstancias para tomar un aire fresco y dejar este disco en otras manos para ver qué sonido nuevo podía aparecer. Y el nombre que apareció fue Cachorro”, explica Musso. López, mítico productor en el Río de la Plata, trabajó con Diego Torres, Julieta Venegas, Miranda y Calamaro, entre muchos otros.

La llegada de Cachorro es un cambio necesario para una banda que vive en evolución constante: “Al escribir, ya sabía lo que le iba a molestar a Campodónico”, cuenta Musso, quien evitaba ciertas composiciones para evitar el choque con el productor. “En cambio, ahora no me autocensuré nada”, se ríe.

Pero López no es la única razón del giro que realizará la banda con el nuevo disco, que ya mezclan y que saldrá a la venta antes de fin de año. “’Hable tu espejo’ tenía un tipo de canción que rozaba mucho con lo emocional que no había aparecido antes en la banda. Pero ya en ese disco llegamos al límite de esa fórmula: el nuevo disco es totalmente distinto”, dice Musso, uno de los motores para que la banda se reinvente disco a disco.

“Quedarte encasillado en un mismo estilo te hace entrar en un círculo vicioso, caés en repetirte a vos, en ceder a lo que piden los fans... Y vas envejeciendo tu música junto con tu público. Por eso, tenemos esa necesidad de no agotar la fórmula”, afirma, un camino vanguardista que los llevó por senderos peligrosos antes de conocer el éxito internacional que hoy disfrutan.

QUIEBRES

“’Raro’ fue un disco de quiebre, yo había sentido que la fórmula del Cuarteto de fines de los 90 se había agotado... pero fue un riesgo enorme”, recuerda de aquel álbum que incluyó una de las canciones que aquel verano de 2006 se insertó en nuestros cerebros, “Yendo a la casa de Damián”. “Lo ves con el diario del lunes y decís ‘pero es un discazo’. Pero teníamos muchísimas dudas de lo que pudiera llegar a pasar con ese disco. Y lo mismo nos ocurrió con ‘Habla tu espejo’”, revela.

El disco lanzado en 2014 modificó el tono del Cuarteto de una fiesta musical con ácidas letras a melodías y temáticas íntimas. “Acababa de ser padre, el mal de Alzheimer de mi mamá recrudeció... Fueron cosas que me pegaron en lo emocional y se conectaron con la necesidad de cambiar la forma de decir que tuvimos hasta ‘Porfiado’ (el disco que cierra la trilogía musical y temática iniciada con ‘Raro’)”, se sincera Musso.

Pero una esencia se sostiene siempre: la banda que se formó con los Beatles más juguetones en mente (“pero siempre me gusta estar aggiornado, para “Raro” escuché Eminem y Kanye West”) sostiene siempre un elemento en su lírica, marginal e incorrecta, que lo diferencia, particularmente, de la música pop que pega en las radios.

“En el ADN de la banda está la incorrección y la acidez. Esa forma de decir y de marcar diferencias con las letras de otras bandas ha sido el sello distintivo de la banda, más allá del énfasis que ponemos en lo musical”, acepta Musso, y dice que “siempre me gustó encontrar conceptos fuertes: nunca me pongo a escribir con la cabeza en blanco, siempre investigo, leo, y una vez que tengo muy claro de lo que quiero decir, escribo. Por eso, difícilmente encuentres dos temas parecidas del Cuarteto en cuanto a su temática. Y cuando llego a un límite en un tipo de canción determinada, de común acuerdo con la banda decidimos buscar nuevas miradas”.