Cuando la realidad supera a la ficción

El paso de “Relatos Salvajes” por las carteleras del mundo venía siendo triunfal hasta que, este fin de semana, se estrenó en Inglaterra. Solo tres días habían pasado entre la tragedia del Airbus A320 ocurrida el 24 de marzo pasado, en la que el copiloto del vuelo se habría encerrado en la cabina y estrellado el avión causando la muerte de 150 personas, incluyendo a dos ciudadanos británicos, un episodio reminiscente al primer corto que compone la cinta de Damián Szifrón. La desafortunada coincidencia provocó el enojo del público inglés, que a través de las redes manifestó que, cuanto menos, podría haberse postergado el estreno o eliminado el primer episodio, y ahora, los cines evalúan levantar la película de la cartelera.

No es la primera vez que una de las seis historias que componen “Relatos Salvajes” se ve reflejada en un episodio real: tras el estreno en Argentina fueron muchas las anécdotas que surgieron de vecinos enfurecidos. Alguno destruyó la casa del otro con una retroexcavadora, otro murió en una discusión de tránsito, otro perdió el control porque le mojaron la vereda...

Sin embargo, aquel primer episodio del filme parecía antes una caricatura que una posible situación real: y sin embargo, la venganza de Gabriel Pasternak, quien eligió matar a todas las personas que le habían arruinado la vida estrellando su avión contra la casa de sus padres en el filme de Szifrón, se ha visto replicada en varios aspectos en la tragedia del Germanwings.

LA HISTORIA DE PASTERNAK

En el episodio que abre “Relatos Salvajes”, un crítico musical (Darío Grandinetti) entabla una conversación con fines seductores con una bella muchacha (María Marull). Charlando, se percatan de que conocen a un tal Gabriel Pasternak. El destruyó su carrera musical y ella lo acaba de dejar: alrededor, el resto de los pasajeros revela que conoce y ha influido negativamente en la vida del joven y, cuando el avión comienza a caer, todo se descubre como un macabro plan de Pasternak, el comisario de abordo, que se encierra en la cabina del piloto y evita el paso de la tripulación, sin escuchar los ruegos de los pasajeros e incluso de su propio psicólogo, también arriba del vuelo.

Las similitudes con el avión estrellado en Francia la pasada semana van más allá de la colisión intencionada: Andreas Lubitz, el copiloto acusado de provocar la caída del Airbus A320 de Germanwings en los Alpes franceses, se habría encerrado en la cabina aprovechando la salida del piloto y, como la puerta es imposible de franquear, habría llevado al avión y sus pasajeros a su fin, a pesar de que, según reveló la información de la caja negra, el piloto golpeó repetidamente sobre la puerta pidiendo a Lubitz que lo dejara entrar.

Lubitz habría sufrido de depresión, como también parecía padecerla el personaje esbozado por Szifrón, y algunas hipótesis señalan que el copiloto tomó la decisión drástica tras romper con su novia: ella se habría enterado que estaba embarazada y lo habría dejado a causa de su “comportamiento errático”, según reveló Bild.

¿LEVANTAN LA PELICULA?

El premonitorio relato de Szifrón abrió la película cuando fue estrenada en Inglaterra la semana pasada, y la reacción fue instantánea. Y como consecuencia hubo numerosos reclamos, a los que se sumó el periódico británico Daily Mail especulando sobre una posible conexión más allá de la casualidad entre la película y la tragedia, que se volvió viral en las redes sociales.

No es la primera vez que una de las seis historias que componen “Relatos Salvajes” se ve reflejada en un episodio real

“A pesar de las protestas, la muy aclamada película será proyectada en los cines de Gran Bretaña. Sin embargo, fue estrenada en España y Alemania en otoño pasado y no se sabe si Andreas Lubitz (copiloto responsable de la tragedia de Germanwings) la vio”, se puede leer en el texto del Daily Mail. La película fue estrenada en el resto de Europa en 2014.

El periódico ya especulaba con que los cines están evaluando retirar “Relatos Salvajes” de la cartelera, para evitar herir las susceptibilidades del público mientras la memoria del fatal evento sigue fresca. Aunque, a pesar de tratarse de un estreno “chico”, al momento no parecía que los cines fueran a levantar la cinta.