De mago, a aprendiz de médico

Los monstruos vuelven al cine: Hollywood recurre por estos días más que nunca a viejas historias para garantizar nuevos éxitos y, así como han echado mano de sagas novelísticas e historietas, también han vuelto a uno de sus primeros hits, el universo de monstruos y criaturas que componen Frankenstein, Drácula, La Momia y tantos otros.

Así, mientras los estudios Universal planean la creación de un nuevo universo que unifique, como hiciera Marvel, las historias de todos sus personajes y permita la producción de múltiples películas, su competidora Fox aprovecha que ahora las criaturas creadas a fines de siglo XIX son parte del dominio público para, adelantándose a Universal, traer un nuevo giro a la historia de Frankenstein: “Victor Frankenstein”, que se estrena mañana en las salas locales, explorará no los problemas de la Criatura con las intolerantes masas, sino del creador, el Dr. Frankenstein, con las autoridades, mientras intenta convertirse en “el moderno Prometeo” y alcanzar un poder casi divino al crear vida.

El nuevo enfoque estará contado desde la perspectiva de Igor, asistente del Doctor ausente en la novela de Mary Shelley y creado para su primera adaptación cinematográfica: pero en esta oportunidad estará desprovisto de joroba y trazo grueso. La oportunidad ideal para brillar para Daniel Radcliffe que, tras cuatro años de terminada la saga de Harry Potter, continúa buscando despegarse de aquel personaje.

“Daniel es el actor o actriz más comprometido con el que he trabajado”, dijo James McAvoy (el Profesor Xavier de las nuevas “X-Men”), quien interpreta a su lado al Doctor. “Me encanta porque tiene 10 años menos que yo y eso me destroza el corazón”, agregó con humor el actor escocés.

DEJAR ATRAS AL MAGO

Antes de ser Igor, Radcliffe apareció en algunas cintas independientes y probó suerte en el teatro inglés, buscando dejar de ser “Harry Potter”, pero, por supuesto, es recordado casi exclusivamente por su rol en la saga del mago adolescente, que le valió ayer su propia estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.

“La estrella significa para mí que no importa lo mal que vayan las cosas, a partir de ahora siempre la tendré”, dijo con humor. “Estoy muy emocionado por el futuro, estoy en una posición que muy pocos actores, especialmente actores de mi edad tienen, en la que tienes mucho poder de decisión sobre lo que quieres hacer en tu carrera y no tienes que hacer algo a menos de que lo ames”.

“A mí me encantaría tener una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood”, bromeó McAvoy, su compañero cuando le preguntaron qué sueños le gustaría cumplir.

Para el futuro, el emprendedor Radcliffe sigue intentando mostrar que tiene más que una dimensión y dijo que le gustaría dirigir y escribir.