El sueño de la producción propia

El futuro, para Netflix, llegó, hace rato. La empresa líder del mercado del streaming ya cuenta con casi 60 millones de suscripciones y pretende más, muchos más porque, sabe, más suscripciones significan mejor contenido original, lo cual, a su vez, determina nuevos suscriptos al sistema de contenidos on demand.

Por eso, el sueño de Reed Hastings, director ejecutivo de Netflix, es contar en algún momento con programación 100% propia. Se trata de un proyecto ambicioso, si se tiene en cuenta que su catálogo se compone de 5.000 títulos en Latinoamérica y diez veces más en Estados Unidos, mientras que, al momento, la empresa ha producido una veintena de contenidos originales.

Además, sus recientes títulos no han cosechado el éxito crítico de sus dos primeras incursiones, “House of Cards” y “Orange is the new black”, lo cual, a pesar de que sus acciones acaban de subir un 25%, es razón de preocupación para sus inversores, que se preguntan qué puede ocurrir si los productos originales de Netflix generan más costos que beneficios en el futuro.

Sin embargo, el plan de Hastings, como la televisión hoy, no es lineal: no planean producir todas sus ficciones apostando al éxito crítico, sino crear, año a año, y también a través de las películas que preparan, un catálogo variado que pueda apelar a un público amplio. Los canales, tradicionalmente, apostaban a una estética determinada para atraer espectadores, pero, explica Hastings, internet permite que una marca signifique diferentes cosas a diferentes audiencias, porque el servicio es personalizado.

LA COMPETENCIA

Mientras Netflix crece, por supuesto, la competencia no se queda quieta: la televisión lineal es cosa del pasado, explica el propio Hastings, y los canales, con HBO a la vanguardia, comienzan a mover sus esfuerzos hacia las nuevas pantallas. Hastings dice, jocoso, que tomará en serio a HBO cuando, “en lugar de llamar HBO Now a su servicio on demand, llame a su canal de tevé HBO Lineal”, aunque reconoce que la señal, principal competencia en el mercado de las suscripciones para Netflix, y también a la hora de los premios que ayudan a atraer nuevos consumidores, “está creando la mejor programación de su vida, porque está en pie de guerra. No han tenido un desafío verdadero en años, y ahora lo tienen”.

Efectivamente, HBO, que cuenta con 114 millones de suscripciones en todo el mundo, y Netflix, han comandado la segunda oleada de producciones vanguardistas en esta nueva era de oro de la televisión estadounidense, gracias a ficciones como “House of Cards” o “True Detective” que han ampliado el horizonte de lo posible en la televisión en términos estéticos, pero también económicos y técnicos.