El Tacec baja el telón con “Cimarrón”

“Se dice del animal doméstico que se salvajiza” es, literalmente, el significado de la palabra “cimarrón”, título de la “misteriosa” obra escrita y dirigida por Romina Paula (37) con la que el Centro de Experimentación y Creación del Teatro Argentino cerrará su temporada.

La obra teatral, que tendrá funciones hoy, mañana, el viernes y el sábado a las 21 en la sala del Tacec -con acceso por 9 y 53-, está protagonizada por Denise Groesman, Agostina Luz López y Esteban Bigliardi, e incluye asistencia y producción de Sebastián Arpesella, y espacio y luz de Matías Sendón.

“Cimarrón” se nutre, básicamente, de tres ejes: “Late: a Cowboy song”, una obra de la dramaturga norteamericana Sarah Ruhl; el movimiento literario y artístico “Sturm und Drang” y sus postulados, con epicentro en Alemania durante la segunda mitad del siglo XVIII; y las “Cartas a un joven poeta”, de Rainer Maria Rilke.

Paula, egresada de la Carrera de Dramaturgia de la EMAD, y formada como actriz con Alejandro Catalán, Ricardo Bartís y Pompeyo Audivert, en un principio pensó en poner en escena la pieza completa de la autora norteamericana aunque, no conforme con la traducción al español, cambió de parecer pero sin dejar de echar mano a ese material contemporáneo que le sirvió para delinear a los dos personajes femeninos de su propuesta.

La pieza de Ruhl cuenta la historia de Meryl, “una chica que siempre llega tarde y siempre está casada”, que conoce a una chica cowboy que le enseña a andar a caballo. Casada con Crick, quien no duda en comprar una pintura con todos sus ahorros, tiene un bebé pero, con su marido, no se deciden en el nombre y, tampoco, en su sexo: ¿nena o nene? De esta historia, Paula, tomó sólo una escena que recrea en su pieza, además de la cuestión de género que, implícitamente, sobrevuela en la puesta.

“El tercer personaje con el que estas dos mujeres confrontan es una especie de hombre extraído como del romanticismo alemán, una criatura que aparece como si estuviera viviendo en otro tiempo”, contó la joven directora y dramaturga, en diálogo con EL DIA, sobre la última pata de su tríada, quien luce un aspecto lúgubre; una identidad sostenida, además de por el vestuario de épocas pasadas, por la puesta de luces que recrea, sobre el espacio, una figura como salida de un cuadro de Caspar David Friedrich.

Sin un hilo narrativo completamente lineal, lo que significó para Paula el primer y gran desafío experimental, “Cimarrón” se presenta como una sucesión de cuadros que, en su desarrollo, irán cerrando definiciones para que el espectador, desde su lugar y rol, pueda ir hilvanando según le parezca. “Es un devenir de relatos, que funcionan como células, donde los temas aparecen o se dejan entrever”, dijo Paula, quien, en una decisión artísticamente “autoritaria”, decidió incluir “temas que me interesan y me convocan”, por ejemplo, un diálogo de sus mujeres hablando de física cuántica, particularmente, sobre un acelerador de partículas que hay en Suiza.

Por otra parte, el personaje masculino cuenta una historia en primera persona que, en realidad, es una novela del siglo XVIII. “Para mí es una especie de artista integral, de esos típicos genios de Goethe, aunque tampoco eso está explícito”, manifestó la también novelista -“Agosto” y “¿Vos me querés a mí?”- sobre este proyecto que incluye gran cantidad de citas literarias como las del filósofo Arthur Schopenhauer o el poeta Rainer Maria Rilke (1875-1926).

También hay referencias directas al cine de Werner Herzog, específicamente, a su filme “El enigma de Kaspar Hauser”. “La película habla de un hombre al que encuentran tirado, que pasó toda su vida en una torre, que no tiene lenguaje porque nunca tuvo comunicación social. Y entonces empieza a aprender el lenguaje como hombre adulto, y es interesante lo que hace Herzog con eso: cómo ese hombre empieza a cuestionar el status quo de las cosas”, explicó Paula, a quien en teatro se la vio en “El padre”, “Darío tiene momentos de soledad” y, entre otras obras, “Los demonios”.

Según advirtió la autora -quien en cine fue premiada por su participación en “El Estudiante”, de Santiago Mitre-, el público que asista a estas funciones deberá estar “totalmente entregado a esta propuesta, de ir derivando entre una cosa y otra, porque si uno quiere entender, en el sentido más clásico de un relato convencional, se puede llegar a sentir frustrado”.

Descreyente de la literalidad, sobre todo en lo que respecta a la creación artística, Romina Paula -que también escribió y dirigió los espectáculos “El tiempo todo entero”, “Algo de ruido hace” y “Si te sigo muero”- explicó que el título “Cimarrón” surgió a raíz del análisis sobre la ley de las cosas. “La sociedad está compuesta por leyes y uno da por sentado que las cosas son de esa manera pero no hay que olvidar que son leyes que se establecieron en algún momento. Y eso tiene que ver con la identidad o con la idea de convertirse en uno. Es un poco periférico con la palabra cimarrón -que significa animal doméstico que se salvajiza- pero esa es mi interpretación. Tampoco me gusta que sea tan lineal el título. Mejor que quede para la reflexión”, concluyó.