Escándalo en la tevé

Mariana Diarco se convirtió ayer en la protagonista de las noticias del día cuando, en el estudio de “Intrusos”, recibió una amenaza telefónica que le provocó una tremenda crisis de nervios, llanto y descompensación. Y como todas las miradas apuntaron al entorno de Ezequiel Lavezzi, fue su representante quien salió rápidamente a defender al jugador del nuevo lío en el que está involucrado.

La semana pasada Diarco se encargó de escrachar al “Pocho” Lavezzi en las redes sociales, cuando compartió las polémicas imágenes del jugador en tanga. Según la vedette, lo hizo para “desenmascarar al Macho de América” porque “estoy cansada de que me acose”.

Las fotos generaron gran revuelo y se propagaron por todos los medios.

Ayer, con ánimos de seguir dando que hablar respecto al jugador más sexy de la Selección, Diarco se sentó en “Intrusos” y prometió mucho más.

“Tengo un video en donde Lavezzi se está masturbando. Hay un video peor, que está a disposición del Dipy, porque se le ven las dos armas que tiene tatuadas (en las ingles). Desde el año pasado tengo el video. Yo se los mostré ayer y estoy con una remerita, no muestro una lola ni nada… y eso que no les hice escuchar el audio”, anunció la mediática.

Y sentenció: “Vos me volvés a amenazar, Lavezzi, tu mujer me ningunea, lo que sea, y te quemo con ese video donde se te notan bien las armas. Creo que si te muestro el video Yanina, vos le conoces el miembro a tu marido…”.

Al finalizar la nota con los “Intrusos”, y aún sentada en la silla donde fue entrevistada, Diarco recibió una llamada que la hizo entrar en una crisis de llanto, nervios y convulsiones, por lo que tuvo que ser asistida por un cuerpo médico y retirada del estudio en una ambulancia.

Según contó Marina Calabró, quien fue testigo directo del momento en el que la mediática recibió la llamada, un desconocido le dio datos precisos sobre los movimientos del pequeño hijo del Dipy -su novio- y la amenaza habría llegado por ese lado.

Al cortar la llamada, Diarco no pudo controlar sus nervios e, incluso, se le subió la presión.