Vin Diesel vive estos días una montaña rusa de emociones que refleja en su rostro de tipo duro al que se le ablanda el gesto cuando se le felicita por su reciente paternidad, y se le pierde la mirada al recordar a su amigo Paul Walker, cuya muerte podría significar el fin de la saga de “Rápido y furioso”, cuya séptima entrega llega hoy a las pantallas locales.
El esperado último capítulo de esta franquicia debuta con un sabor a despedida, con un guión alterado por la fuerza de la tragedia, con un final cargado de simbolismo en el que los personajes se dicen adiós y los actores hasta siempre. Walker aparece, fantasmal, en su última aventura, su cuerpo por momentos doblado por el de sus hermanos y su voz, editada gracias a la magia de la computadora, para que el personaje pueda retirarse de la saga que, hasta la muerte de uno de sus principales héroes, parecía indestructible.
Diesel, de 47 años, apenas encuentra resuello para expresar el vacío que dejará el estreno. Desde que su compañero de reparto se matara en un accidente de coche por exceso de velocidad en noviembre de 2013, Diesel, estrella y productor de “Rápido y furioso 7”, ha estado absorbido por la película y en las últimas semanas se ha volcado en su promoción.
Ahora todo el mundo le pregunta por Paul Walker, pero eso cambiará dentro de unos días. El lanzamiento de la séptima entrega servirá, emocionalmente, para cicatrizar la herida. “Es una tortura todo lo que echamos en falta a Paul, nos tratamos de recuperar de eso cada segundo”, comentó Diesel. “Esto es especial, estoy agradecido con el estudio por permitirnos estrenar esta película con un sensación de cierre”, explicó el intérprete, que vuelve a encarnar al mecánico Dominic Toretto, un expresidiario aficionado a las carreras callejeras.
UN RODAJE COMPLICADO
En inicio, “Furious 7” se iba a grabar simultáneamente junto con la octava y la novena entrega de esta franquicia, pero las prisas por llevar la séptima parte a los cines hizo que los planes se aceleraran y se descartara el rodaje múltiple.
Y, ya en pleno rodaje, la desaparición de Walker dejó la producción en vilo hasta que el equipo encontró una fórmula con la que se sintieron cómodos para terminar el proyecto con la ayuda de efectos visuales, imágenes inéditas del actor y la colaboración de sus hermanos, que hicieron de su doble físico para algunas tomas.
Para Diesel, ese final de “Furious 7” es “sagrado” y “sin distracciones”. “Otros podrían haber tratado de explotar lo ocurrido. Dios bendiga al estudio por ir con la conclusión con más clase. Sin desvelar mucho lo que le ocurre a Brian (Walker), se va al cielo de la familia. Es una felicidad, hay gozo en este mundo. En nuestra saga la paternidad auténtica es una dicha”, declaró.
Diesel insistió en el componente familiar de estas películas donde “se para la acción” (generalmente llevada a unos extremos inverosímiles) para celebrar un embarazo, un nacimiento o para reflexionar sobre lo difícil que es ser padre.
LOS VALORES DE LA SAGA
“Esto es profundo. La gente hace películas para Sundance (el festival de cine independiente) con temas así”, dijo Diesel, que encabeza una trama movida por una venganza (la del personaje de Jason Statham) que amenaza con acabar con todos los protagonistas de “Rápido y furioso 7”, uno a uno.
El filme cuenta con actores habituales de la franquicia que arrancó en 2001 con “Rápido y furioso”, entre los que está Michelle Rodríguez, Chris “Ludacris” Bridges y Dwayne Johnson, un grupo al que se sumaron esta vez Statham, Ronda Rousey e incluso tiene un rol el cantante Romeo Santos, entre otros.
Muchos en el reparto aceptaron, incluso, minimizar los roles originalmente planificados para ellos en la película, con tal de completar lo que es un verdadero homenaje a Walker con coherencia y clase. ”Nos tuvimos que enfocar en responder a la historia de Brian O’Conner (el personaje Walker), así que todos los personajes tuvieron que dar un paso atrás para permitir que el espectador pudiera centrarse en el homenaje final”, relató Diesel, uno de los más tocados por la muerte de su amigo y quien decidió llamar Pauline a su hija, nacida el 16 de marzo fruto de su relación con la mexicana Paloma Jiménez, en honor a su difunto colega.
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