“La historia de Puccio me impactó”

En el marco de la presentación oficial de “El clan”, el último filme de Pablo Trapero, Guillermo Francella dijo que ponerse en la piel de Arquímedes Puccio fue todo un desafío en su carrera. “La historia de Puccio me impactó porque como todo argentino informado sabía quién había sido y construir ese personaje era un nuevo desafío”, aseguró ayer el actor.

El filme de Trapero (“Mundo Grúa”, “Familia rodante”, “Leonera”, “Carancho” y “Elefante blanco”) recrea la historia del oscurísimo Arquímedes Puccio junto a sus hijos Alejandro, rugbier y luego comerciante, y Daniel “Maguila”, el menor de los hijos varones, en su faceta como autores intelectuales y materiales de secuestros extorsivos en la década del 80.

“Poder explorar algo desde lo interpretativo diferente, que no te quede cómodo, para mí es lo ideal, y al no tener filmaciones para consultar tuvimos que crear al personaje”

“Soy de San Isidro y viví mucho tiempo allí”, recordó Francella, y agregó que “caminé cientos de veces delante de esa casa, sin imaginar lo que estaba ocurriendo allí dentro. El proceso de trabajar con Pablo fue muy útil, y para un actor poder darle vida a un tipo del que uno no tiene el más mínimo contacto con su espíritu o pensamiento, es fantástico”.

Sobre el proceso de investigación, el actor de “El secreto de sus ojos” dijo que Trapero le dio “todo ese trabajo de investigación que le había ocupado tanto tiempo, hojas y carpetas, también fotografías, porque no había un video para consultar, es decir que la información más útil que tuvimos es la que Pablo tenía consigo, y fue muy positivo para nosotros a la hora de construir los personajes”.

“Me sumé con una pasión de adolescente al proyecto”, destacó el actor y explicó que del personaje que le tocó “sabíamos de su frialdad y de que era cero cariñoso con su hijo. Poder explorar algo desde lo interpretativo diferente, que no te quede cómodo, para mi es lo ideal, y al no tener filmaciones para consultar tuvimos que crear al personaje”.

Francella dijo que más allá de nuevos personajes, en un futuro cercano le gustaría ponerse detrás de las cámaras y convertirse él mismo en director de su propia película, aunque todavía no tenga el tema, y aseguró que está convencido que va a lograrlo en poco tiempo.

Según contó Trapero, el filme se concentra en cuatro años, entre 1982 y 1985, y en cuatro de los secuestros por los que fueron juzgados.