Muni Caretti Con sabor a despedida

“Uno la prepara como si fuera una muestra más pero en el fondo es especial”, dice Muni Caretti, en diálogo con EL DIA, sobre “Evidencias del Mundo Mutable”, la exposición que inaugurará hoy a las 19.30 en el Mumart -7 y 49- y con la que se despedirá del gran circuito antes de encarar un proyecto personal y profesional que lo llevará próximamente a vivir a México.

Aunque la palabra despedida le cuesta, Caretti sabe que ésta será la última de grandes dimensiones aunque, aclara, “voy a hacer alguna otra en menor formato”.

Es que “Evidencias del Mundo Mutable” es, según calificó, una de las mayores muestras de su trayectoria, con 54 piezas en exposición, entre acrílicos y técnicas mixtas, además de algunos objetos: como el silloncito y la mesa de arrime que también forman parte de su exhibición.

Empleado desde hace más de diez años del Mumart, Muni se muestra emocionado y feliz con esta posibilidad de poder mostrar libremente el registro de sus últimos diez años de trabajo, un recorrido que la curadora Cecilia Cánepa definió como “una búsqueda poética de los misterios existenciales”, como una “manifestación del principio de unicidad universal”.

Caretti, según Cánepa, “explora los confines del mundo en transmutación trazando cartografías sin inicio ni final, y en esta arqueología de la perennidad, hermana los silencios con latidos ancestrales y la permanencia con la finitud”.

Los sueños son, según el artista de 58 años, la fuente de su obra; una obra impactante al color, con muchas texturas, en parte abstracta y a veces, en parte, figurativa, pero siempre mestiza.

“Hay personajes que van mutando, lo que hace que, de algún modo, también mute mi pintura. Mi manera de pintar es eso, una mutación: yo no boceto y después pinto. Tengo una idea y plasmo, sin filtros, y tal vez no termino de definir la idea en el cuadro, sino que en parte son sugerencias que te van llevando a otro lado hasta que el cuadro se define por sí mismo”, explica el pintor.

Rojos, naranjas y ocres son los colores con los que siempre se termina manifestando. “Evidentemente, es la paleta con la que me siento más identificado y más cómodo visualmente. Por eso tiene una impronta impactante, terrenal”, cuenta, sobre una de las características principales de su obra.

Nacido en La Plata el 11 de septiembre de 1958, el artista plástico fue abriéndose paso en el mundo de la pintura a fuerza de observación y experimentación. Todavía recuerda cuando, de niño, se pasaba horas examinando las vetas y los nudos de la madera del piso de su habitación o cuando jugaba a imaginarse ser, ya de adolescente, el diseñador de las tapas de los discos de sus bandas favoritas.

Ensayo-error es la forma que Caretti eligió desde que comenzó a pintar sobre hardboard, con óleos, dibujos o figuras al mejor estilo panfletario, en ese ideal de juventud donde la política, los libros y el cine fueron - y todavía lo son- los disparadores que estimulaban su fantasía surrealista: romper con las pautas fue su premisa.

Caretti, como todos, no puede ser inmune a la realidad, y observa activo su entorno para después volcarlo en su mirada sensible. “También uno se nutre del día a día y de lo que uno vive en ése día a día, dentro de la sociedad y el mundo. Todo tiene que ver con todo”, relata el artista.

Para Cánepa, “el tiempo es la constante que hace vibrar en el espacio su universo simbólico, un universo que se construye a partir del soplo sutil de los sueños, de vestigios primigenios, huellas, signos y geografías lejanas que encuentran su aparente mansedumbre en el presente. Y en este enlace de mundos de sonoridades y ecos de la memoria, se abrazan el todo con la nada, haciendo estallar la trama infinita de la vida que se expande en el flujo de la eternidad”.

“Evidencias del Mundo Mutable” se podrá recorrer en las salas del Mumart hasta el 6 de noviembre, con entrada libre y gratuita, de martes a viernes de 10 a 20, y sábados y domingos de 14 a 21.