¡Olé, Argentina!

Procedentes de Santiago de Chile, en donde el miércoles, ante una verdadera multitud, pusieron en marcha su gira por Latinoamérica, los Rolling Stones arribaron ayer al país gritando su “¡Olé, Argentina!”, expresión española que da nombre a su esperado periplo sudamericano, y que el domingo concretará el primero de los tres recitales pautados en nuestra ciudad.

Mick Jagger (72), Keith Richards (72), Charlie Watts (74) y Ron Wood (68) aterrizaron en Ezeiza minutos antes de las 18 en un vuelo privado, en el que también viajaban familiares, amigos y un gran equipo de seguridad.

Los Stones fueron recibidos en el aeropuerto internacional con un amplio operativo, y se retiraron a sus respectivos hoteles en una caravana de automóviles blindados.

Su ingreso a la ciudad se realizó por una colectora de la Autopista Ezeiza-Cañuelas, que pasa por la puerta del Polideportivo de River Plate, por Barrio Uno y el Instituto Nacional del Agua, escoltados por el grupo Halcón de la Policía Bonaerense, patrulleros federales y vehículos de seguridad privada.

Poco después de su arribo, los músicos abordaron una serie de combis polarizadas, que se usan habitualmente para las visitas de grandes bandas extranjeras, y rápidamente se dirigieron a la Autopista Ricchieri para ingresar a la capital federal donde se repartieron entre tres hoteles.

EL SALUDO DE KEITH

La Mansión del Four Seasons, en pleno corazón del barrio porteño Recoleta, estaba lleno de fanáticos que desde temprano comenzó a merodear las inmediaciones, anoticiados de que Keith Richards había decidido regresar al lujoso hotel en el que los cuatro se habían hospedado en sus últimas visitas.

Sonriente, con sombrero y una campera bordó abierta con rayas verticales, el “pirata” del grupo saludó a los seguidores que, apostados contra las vallas de La Mansión, intentaban registrar con sus celulares al emblemático guitarrista de la banda.

Según se filtró, Charlie Watts y su gente, eligieron hospedarse en el Faena, en tanto que Mick Jagger y los suyos se habrían decantado por el Hyatt. Wood, en tanto, se hospedaría junto a Richards.

En relación a las exigencias de Sus Majestades Satánicas para su alojamiento, no fueron muchas: cada hotel debía incluir la posibilidad de pedir alcohol en grandes cantidades las 24 horas, ventanas con blackout, camareros y botones extra para todos sus antojos y un servicio de limpieza a disposición.

El pedido no deja de ser curioso si se tiene en cuenta que si bien, por un lado, Keith Richards nunca ha abandonado el estilo de vida de su juventud, el resto de los miembros de la banda sigue de gira gracias a un cuidado especial del cuerpo. Mick Jagger, de hecho, casi no bebe alcohol, hace régimen estricto, sale a correr y hasta usa una crema para la piel hecha a base de caviar.

De todos modos, a pesar de sus más de 70 años (salvo Roonie, que casi los pisa con 68), los Rolling Stones evidentemente planean “pasarla bien” durante su visita por Argentina, que tendrá lugar desde este domingo y hasta el próximo sábado, con tres shows en el Estadio Unico de nuestra ciudad. Y si sus deseos no condicen con los de cualquier septuagenario, sí delata su edad el pedido final de la banda: quieren instrucciones escritas junto a todos los aparatos electrónicos de cada habitación.

PARA EL ESTADIO

Trascendió ayer un listadito de pedidos que los miembros de los Rolling Stones hicieron para sus estadías en el Estadio Unico. Jagger, por ejemplo, pidió una habitación especial de diez metros en la que se alojará antes y después de cada show. ¿Un camarín? No. Este cuarto, expresamente pedido por el icónico cantante, se situará debajo de su camarín, que, se supo, estará decorado con flores de tonos blancas, amarillas y crudas. ¿Para tomar? Un poco de vino italiano, solo para mojarse los labios.

Richards, por su parte, pidió para el domingo un pastel de papas especial, con arvejas y zanahorias que, primero, deberá degustar su asistente. Su camarín, trascendió, estará ambientado con un sillón negro, una mesa de mármol y un espejo de grandes dimensiones en el que relajarse antes de cada show.