¡Qué atropello a la razón!

Lo que tenía que ser una verdadera fiesta, para Pocho Lavezzi fue un escándalo y terminó en papelón. Es que el futbolista se robó todas las miradas en la boda de Isabel Macedo y Juan Manuel Urtubey, incluso hasta por momentos opacando la figura de los protagonistas.

Pocho, que se fue a jugar al Hebei Fortune de la Súper Liga China dejando de lado la alta competencia, tuvo un fuerte encontronazo con los periodistas que estaban cubriendo el evento. Y hasta el auto en el que viajaba, en el intento de esquivar a la prensa, terminó pasando por encima a una periodista.

El jugador de la Selección llegó a Finca Las Costas acompañado de su novia Yanina Screpante en un vehículo que alquilaron para la ocasión. Y la pareja ya había tomado la decisión de no hablar con la prensa. Es por eso que como no quisieron parar cuando ingresaban a la fiesta, la Renault Duster que los trasladaba pisó el pie de la periodista Sandra Borghi, quien cubría el casamiento para el programa “Nosotros a la mañana”, de El Trece.

Pero eso no quedó ahí ya que en un momento Pocho y Yanina se acercaron a los cronistas para hacer la foto de rigor y el futbolista protagonizó un fuerte cruce con Borghi y otros colegas.

Cuando los cronistas intentaron lanzar alguna pregunta, Lavezzi se defendió: “Yo juego al fútbol, no tengo que hablar de esto”. Frente a esa actitud que tomó el futbolista, Borghi le retrucó: “Está bien que no hables, pero está mal que entres como entraste porque me pisaste un pie, a mí y a un montón de compañeros. Sabelo”.

“Yo no manejo y después si vos te ponés adelante... También hay que entender que uno quiere entrar. ¿Por qué tengo la obligación de hablar si no tengo ganas?”, contestó él ya yéndose del lugar.

Hasta que otro periodista hizo explotar de bronca al Pocho al dispararle con munición gruesa: “Después te estabas riendo, Pocho, mientras que pisabas a los colegas te reías”.

Frente a este situación, su novia se mostró de espectadora todo el tiempo y apenas le dijo un “vení, mi amor”, como para intentar que la cosa no pase a mayores.