Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Espectáculos |Sinsajo: Parte 2

Un final de saga con más explosiones que corazón

La historia de Katinss Everdeen cerró su paso por la pantalla grande con una cuarta entrega que hace foco en la acción antes que en las complejidades de sus personajes

1 de Diciembre de 2015 | 01:08

Los tiempos cambian. La era de los grandes discursos parece haber llegado a su fin, desmoronándose ante la abrumadora cantidad de información que ofrece cincuenta tonos de gris a las ideologías monolíticas. Y los grandes proyectos de Estado que apostaban al progreso han dejado un legado irreversible: producir teconología revolucionaria para el modo en que pensamos y consumimos ha producido una civilización al borde de una Tercera Guerra Mundial o, peor, de un apocalipsis ambiental.

Esa visión de mundo que comparten buena parte de la generación de los “millenials” es la que refleja “Los Juegos del Hambre”, como tantas otras sagas para jóvenes adultos. En ese mundo, claro, las resoluciones finales felices, donde tras el ingreso a un mundo armónico de algo externo y amenazante, se expulsaba al intruso y se restablecía ese orden, son imposibles. “Demasiadas cosas se han roto”, avisaba, de hecho, Francis Lawrence, el director de la última parte de la saga sobre Katniss Everdeen, “como para que todo termine bien”.

Lo irreversible de la acción del hombre es, de hecho, uno de los temas de la saga, donde los hechos, lejos de sucederse a la manera de las viejas historias, donde el final ya era insinuado desde el inicio, ocurren con una gran cuota de azar que va desatando los eventos de la serie y rompiendo vidas y alianzas que ya no pueden ser reparadas.

Esta forma de contar, más ligada a la peripecia y al folletín, provoca que en esta última parte de “Los Juegos del Hambre”, “Sinsajo: Parte 2”, los géneros se sucedan y entremezclen sin jerarquías ni ordenamientos: del terror, a la acción bélica, al drama romántico, sin escalas. También una señal de los tiempos que corren, donde también las fronteras entre los géneros se disuelven.

“Sinsajo 2” está bañada en el espíritu de su época: más que ninguna de sus predecesoras, está dominada por una oscuridad omnipresente (de hecho, buena parte de la película tiene lugar bajo tierra) y marcada por la tragedia y las decisiones drásticas.

Algunas determinaciones de los personajes, de hecho, son demasiado drásticas. La decisión final de la protagonista entre sus amantes, por ejemplo, podría haber tenido más espacio y desarrollo, pero termina siendo una apostilla apenas justificada en el marco de larguísimas contiendas cargadas de explosión y muerte. El problema de las sagas hoy es que para sus terceros actos (en este caso, la segunda parte del tercer acto) suelen “ir a más”, y “Sinsajo Parte 2” repite el error y convierte a la épica, las explosiones y las persecuciones, y no al corazón, en su principal argumento.

Una falta de profundidad que se ve reflejada en su otro eje, la lucha política entre el imperio del miedo y la revolución de la alegría: la pelea, aunque matizada con el correr de las entregas hacia el terreno del nihilismo en las formas de poder, nunca fue, de hecho, más que una construcción dicotómica de trazo poco fino que sirvió de marco para la aventura antes que para una discusión profunda sobre la naturaleza del poder. Los grises que en las últimas entregas oscurecen la narrativa de buenos y malos delineada en el primer acto, en este sentido, son vehículos para atormentar a sus héroes, empujarlos a tomar decisiones moralmente complejas y provocar un desenlace siglo XXI, desprovisto de certezas y juicios: sin lugar a dudas uno de los aciertos de la saga, con poco lugar en esta parte final.

A pesar de poner el foco en los efectos especiales, “Sinsajo” quizás no cae en los abusos de otras partes finales (sin ir más lejos, la batalla de una hora y media de “El Hobbit”). Pero sí se convierte en la más efectista y menos emotiva de las cuatro entregas, cuando, debido a los acontecimientos definitivos e irreversibles que se suceden, tenía todo para ser la coronación de una historia que marcó a una generación.

 

Pedro Garay

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

Multimedia
+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2250.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla