Maderas para disfrutar el verano

Con la llegada del buen tiempo, con el verano y el calor intenso, los suelos de exterior de terrazas, jardines, piscinas y patios tienen que ser adaptados y recibir los cuidados que ellos también se merecen.

Sean cuales sean las necesidades, la calidad, durabilidad y resistencia del suelo de madera de exterior dependerá de su diseño, instalación y tratamiento.

Por ello, los estudios especializados en el diseño y construcción de espacios en madera destacan una serie de recomendaciones a tener en cuenta para disfrutar del verano y que el suelo de madera no sufra.

ESTUDIO

Entre ellas, se destaca que un buen estudio y el diseño a medida del espacio exterior que se desea cubrir con madera es el primer paso.

Después, se pueden incorporar detalles únicos como duchas de exterior, bancos, jardineras, que se convierte en una buena opción.

Por otro lado, es importante la elección y el asesoramiento sobre especies de madera.

Tras el diseño formal, toca elegir el tipo o especie de madera que mejor se adapta a cada espacio exterior en función no sólo de la estética sino también de la localidad en la que se encuentre y los requisitos técnicos exigibles.

Por norma general, las maderas de origen tropical (iroco, ipé, elondo), son las más recomendables para las zonas de exterior.

Su durabilidad natural es muy elevada y con un buen producto de acabado, su comportamiento frente al agua y los rayos del sol mejora, por lo que su vida útil será mucho mayor en comparación con otras especies.

Asimismo, tarimas con maderas como el pino, con tratamientos que modifican la composición interna de la madera dotándola de una enorme estabilidad (acetiladas, termotratadas), son también una opción elegida por los profesionales.

Para conseguir que los pavimentos de zonas exteriores no acaben deteriorados con el tiempo, tampoco es válida cualquier tipo de instalación.

Distintos tipos

El tipo de madera y las condiciones ambientales de cada localidad han de tenerse en cuenta para garantizar el correcto comportamiento del material colocado.

Aspectos como el apoyo de todas las puntas de tablas, la correcta separación entre ellos según los gruesos de tabla, la buena ventilación de la cámara bajo la tarima y la facilidad de evacuación de las aguas de lluvia ayudarán a que la tarima perdure acogedora durante mucho tiempo.

Las empresas especializadas ofrecen asesoramiento y cuentan con los sistemas de instalación más innovadores para cada caso.

Respecto al mantenimiento, además del agua y la humedad, otro de los agentes más agresivos para las tarimas de exterior es el sol.

Los rayos ultravioletas llegan a ser muy perjudiciales para la resistencia y estética, y provocan que con el paso del tiempo el color original del suelo de madera se altere considerablemente.

Por ello, deben conocerse, a fondo, las necesidades de cada especie y los acabados específicos que mejor resultado aportan a cada una, anticipándose con ello a sus cambios.