Claras diferencias según el grupo socioeconómico

Por SILVIA GASCON*

Los ingresos de las personas mayores provienen de tres fuentes principales. La jubilación y/o pensión que en nuestro país está sumamente extendida, abarcando el 96 % de la población mayor de 65 años. Bienes personales o ahorros, que también encuentra  a este grupo en mejores condiciones que los más jóvenes. Ayudas estatales o de la solidaridad, dirigidos a los grupos de niveles económicos más bajos.

El trabajo después de la jubilación es un tema relativamente nuevo en la agenda pública de nuestros países.  Los países desarrollados evalúan positivamente que un porcentaje elevado de personas mayores siga inserto en el mercado laboral, ya que lo consideran como un indicador de no discriminación.

Por supuesto que el meollo de la cuestión es si el seguir trabajando responde a un deseo o a una necesidad. Y si dejar de trabajar es una decisión personal o si “dejo de trabajar porque  me jubilaron”.

Las respuestas a estas preguntas son variadas, como son las propias personas mayores, pero ayudan a comprender la conformidad  o no que atraviesan los adultos ante la situación de seguir trabajando y la enorme heterogeneidad que se presenta.

El reciente estudio del Barómetro de la Deuda Social con las personas mayores, da cuenta, al contrario de lo que podría presumirse que el grupo con mayores estudios y mejores ingresos es el que en mayor proporción sigue trabajando comparado con sus congéneres más pobres y con menores ingresos,  que no encuentran en el mercado de trabajo  las mismas posibilidades.  Y si lo hacen no obtienen ni la misma gratificación, ni remuneración.

Lo que no surge del estudio, y es necesario profundizar son  las condiciones de trabajo de las personas que eligen seguir trabajando después de la jubilación y pertenecen a grupos de “mayor privilegio”. En líneas generales se podría anticipar que  lo hacen bajo mejores condiciones laborales que en sus años prejubilatorios: con horarios más flexibles, en lugares de trabajo mas privados, alejados de instituciones y con  menos jefes y subalternos.

(*) Directora de la Maestría en Gerontología de la Universidad Isalud, miembro de la red HelpAge Intenational