Definen a la obesidad como el mayor enemigo de la hipertensión

Especialistas argentinos y extranjeros expondrán en el XXII Congreso de Hipertensión Arterial que se realizará en nuestro país, y en esta edición, que comenzará el jueves en la provincia de Tucumán , el debate se centrará sobre la que en la actualidad es la principal causa de la hipertensión: la obesidad.

En este marco, el doctor en fisiología e investigador John Hall, del Centro Médico de la Universidad de Mississippi, Estados Unidos, quien participará del encuentro, adelantó que “la obesidad, o ganancia excesiva de peso, es la principal causa de la hipertensión esencial, y representa quizás hasta un 65 o 75 por ciento del riesgo cardiovascular, entendiendo por “esencial” aquella que surge sin una causa definida o identificable”.

Por su parte, integrantes de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA), organizadora del Congreso, destacaron que “la hipertensión arterial (HTA), además de ser la causa principal de ACV, de demencias vasculares y de enfermedad renal crónica, está presente en el 80 por ciento de los casos de muerte por enfermedad cardiovascular”.

Los especialistas remarcaron que la mayoría de los pacientes hipertensos tienen obesidad o sobrepeso, lo que conlleva además otros factores de riesgo.

ARGENTINA, 13ª EN SOBREPESO

En nuestro país, la obesidad aumentó 42,5 por ciento en menos de una década, y el 34 por ciento de la población es hipertensa, existiendo una relación “evidente” entre ambas “epidemias”, aseguran los médicos.

Y según datos de la 3ª Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, 6 de cada 10 argentinos tienen sobrepeso -es decir con un Indice de Masa Corporal mayor de 25 y menor de 30- y 2 de cada 10 son obesos (IMC mayor a 30).

Esto implica que la Argentina ocupa el puesto 13 entre los países del mundo con mayor prevalencia de sobrepeso. Junto con los Estados Unidos (en el puesto 9, con más del 74 por ciento de prevalencia), Barbados y México, Argentina integra el grupo de cuatro países americanos que figuran entre los 20 del mundo con más sobrepeso y está por delante de los países europeos.

“Esto -precisó Hall- tendrá serias consecuencias ya que, como sucede en mi país, la obesidad es el mayor desafío para la economía del sistema de salud”.

“El incremento mundial de obesidad, diabetes, insuficiencia renal -alteraciones todas relacionadas entre sí-, son un problema grave a nivel mundial y en nuestro país son causa del incremento de hemodiálisis y trasplantes renales; y el control de la presión arterial está en el centro de esa problemática”, aseguró a su vez el presidente del Congreso, Alejo Grosse.

El también titular de la SAHA advirtió que “no todos los obesos son hipertensos, ni todos los que tienen peso normal tienen siempre presión normal, pero una alimentación más sana para bajar de peso siempre ayuda a mejorar el control de la presión arterial, tanto en quienes son hipertensos como en los que no, y tanto en los que están medicados como en quienes no lo necesitan”.

“Aunque a nivel estadístico es evidente la relación entre obesidad e hipertensión -explicó por su parte la médica Mónica Díaz- a nivel fisiológico aún no está del todo claro el mecanismo definitivo que las asocia, aunque el aumento de la presión arterial en las personas obesas podría deberse a una reabsorción excesiva de sodio que estimula al sistema nervioso simpático o del sistema hormonal”.