El deseo de seguir en actividad, un factor clave

“Sigo dos años más. Entonces sí, me retiro y planeo andar mucho en bicicleta. Y aprender a tocar la guitarra que es algo que vengo postergando”, dice Mirta Barrueco (64), que trabaja como no docente en la Dirección General Operativa de la Universidad y a pesar de que hace cuatro años está en condiciones de jubilarse, eligió seguir trabajando: “lo hago porque mi lugar de trabajo es como una gran familia, lo disfruto. Mis compañeros me dicen que no quieren que me jubile y de alguna manera soy una referente para ellos”, dice

En su caso está presente un factor que los especialistas consideran clave: el deseo de seguir trabajando. También ilustra un fenómeno - el de retrasar la jubilación - que en el ámbito de la UNLP es considerado “tendencia”: actualmente son 442 los docentes y 160 los docentes que están en edad y condiciones de jubilarse y siguen trabajando, aún cuando hay un programa de estímulos para los retiros. El estatuto prevé que los docentes pueden prorrogar la jubilación hasta los 70 años. La prórroga puede ser mayor a partir de la intervención de Consejo Académico y decanos.