Estuvo en Romero, la dieron por muerta y apareció en Pergamino

La historia de Mimí empezó en Santa Rosa, La Pampa. Allí nació, allí vió morir a su hermanito cuando era apenas una niña y allí contrajo una enfermedad psiquiátrica cuando cursaba el último año de la escuela secundaria, por la cual la internaron en el hospital Melchor Romero de nuestra ciudad. Pero los males de Mimi estaban lejos de terminar. Corría el año 1978 cuando la trasladaron a un nuevo hospital, en Pergamino, sin avisarle nada a su familia.

Su mamá Paula pasó 6 años preguntando por ella en Romero, mientras la salud se lo permitió. Por lo que le dijeron, creyó que Mimí se había escapado del hospital y había muerto ahogada. Ahora, a través de una nota periodística que se viralizó por Internet, algunos de sus familiares, en La Pampa, la reconocieron. Y se disponen a un emotivo reencuentro.

“Quiero decirle a Mimí que su mamá no la abandonó, que la buscó siempre que pudo, pero le decían que se había escapado y se había ahogado en el río”, dice una de sus primas, que dijo haber crecido escuchando la triste historia en su familia, y que la semana que viene se dispone a viajar a Pergamino para conocer a Mimí.

trasladada a pergamino

Mimí se llama Noemi Arnuz Llanos. El antes y el después que marcó su historia de paciente neuropsiquiátrica se produjo en 1978, cuando Pergamino, que aspiraba a ser cabecera de la Región Sanitaria IV y obtener así un mayor presupuesto en salud, debía cumplir con un requisito: disponer de un hospital que tuviera un área de salud mental con 60 internos psiquiátricos.

Como en la zona no había ese número de pacientes psiquiátricos internados, se decidió trasladarlos desde el hospital Melchor Romero de La Plata.

Los 60 internos, enviados en colectivos, fueron alojados en la entonces flamante área psiquiátrica del Hospital Interzonal de Agudos San José, de Pergamino.

Hasta hace algunos años, Mimí era conocida en la inmediaciones de ese hospital, adonde se la solía ver fumando sus cigarrillos, sentada en una plaza, maquillada, abrazando a su muñeca que la acompañaba a todas partes.

Pero desde hace un tiempo nadie sabía de ella y hasta los propios vecinos del lugar, que la habían dejado entrar en sus casas y en sus corazones, terminaron por creer que había muerto.

Lo cierto es que un periódico de Pergamino hizo recientemente una nota en ese sector del hospital y reflejó, entre otras, la historia de Mimí, que permanece en el interior del área de salud mental, que no sale y cuya única familia está representada por el personal de sanidad que la cuida.

La nota no tardó en viralizarse, en ser reproducida por diarios de La Pampa y, para sorpresa de todos, desde esa provincia, familiares de la mujer la reconocieron y contaron su historia.

Mimí lleva 38 años internada. Es la paciente que acumula más años de permanencia en ese hospital de Pergamino.

Mientras ella pasaba allí los años, su mamá, Paula, concurrió semanalmente al hospital de Melchor Romero para preguntar por su paradero y sin obtener respuesta.

Esos mismos familiares dijeron que en todo momento, en aquellos años, en el hospital de Romero le dieron información errónea.

Tampoco en el flamante hospital de Pergamino se ocuparon de ubicar a los familiares de los nuevos internos.

“Mi tía hizo varios viajes, no le decían nada, no le daban ningún dato”, cuenta la prima de Mimí.

De un día para otro, Mimí dejó de recibir la visita de su madre y se convirtió en un personaje querido del barrio del hospital.

Ahora Mimí, con sus 73 años, está grande y cansada. Sin embargo, en los últimos días, algo empezó a cambiar en sus días encerrada en el área de salud mental del Hospital San José: volvieron a visitarla sus vecinos.

Y, según anuncian sus familiares pampeanos, la próxima semana volverán a visitarla después de 38 años.