La primavera potencia el amor pero también la infidelidad

“La primavera la sangre altera”, dice el refrán y hasta se ha hecho canción. Efectivamente, en esta época del año el cuerpo y las conductas experimentan algunos cambios que convierten a la estación de las flores en una temporada muy especial. Y muchas de esas modificaciones tienen que ver con el amor y con la posibilidad (aumentada) de conseguir nueva pareja.

¿Pero hay una base científica en ello? ¿O se trata simplemente de que la primavera tiene connotaciones románticas porque es en ella que nacen las flores y todos parece reverdecer y colorearse? Lo cierto es que los especialistas dicen que no debe extrañar que en estos meses aumente la infidelidad.

Son las hormonas

La ciencia explica que todos estos cambios están vinculados con la alteración de los cambios en el calendario biológico de las personas. Y en ello tienen un rol clave las hormonas. 

Ese calendario se va regulando según las horas de luz y oscuridad, que varían de una estación a otra, y esa regulación se hace posible gracias a las hormonas. 

Es mecanismo que se autoregula y retroalimenta: mientras las hormona aumentan su concentración debido a los estímulos externos como el día y la noche, las personas cambian sus rutinas, lo cual a su vez vuelve a tener incidencia en la secreción hormonal, y así sucesivamente.

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Algunos expertos explican que hay genes que son sensibles a estos cambios de luz, y provocan la disminución en la secreción de la hormona melatonina, que regula el sueño y aumenta por la noche para ayudarnos a dormir, y regula otras funciones como el estado de ánimo, el apetito y la respuesta sexual.

Al contrario que con la melatonina, aumenta la secreción de serotonina, que entre sus múltiples funciones favorables para el organismo, también influye en el estado de ánimo, siendo su déficit asociado con estados de depresión, ansiedad, negatividad o irritabilidad.

Las endorfinas son los neurotransmisores asociados a las sensaciones de placer, mejoran el humor, disminuyen el estrés y hasta reducen el dolor. Además median en la respuesta sexual, por lo que no debe extrañar que en primavera tengamos más ganas de practicar sexo con nuestra pareja. 

Otro factor biológico es que se acumula más cantidad de vitamina D en el cuerpo, y según un estudio de la Universidad Médica de Graz (Austria), esto provoca una mayor concentración de testosterona, la hormona sexual masculina, en la sangre. 

Por tanto, sí que existe una base científica que explique que nos sintamos más enamorados. La oxitocina, la dopamina y la noradrenalina también aumentan, todas hormonas relacionadas con el amor.

El coctel orgánica puede explotar en nuevas relaciones que autopotencian. Quienes no tengan pareja, aun sin buscarla, pueden encontrarse con una oportunidad de entablar una relación, más o menos formal. Regalar a los demás un gesto amable y positivo, puede redundar en una respuesta que favorecerá el surgimiento de cierta chispa que puede terminar en un enamoramiento.

Hay expertos -en cambio- que no encuentran en las hormonas las razones para un cambio tan brusco y notorio. Opinan que en realidad hay una predisposición debido a lo popular que se ha hecho la idea de que en primavera el cuerpo cambia. 

Todo parece indicar que el ser humano funciona desde la combinación de factores naturales y ambientales que se influyen mutuamente. No importa de dónde venga el impulso amoroso de la primavera, si no que ahí está y puede ser aprovechado.

Infidelidad

La búsqueda, para algunos, puede correr los límites de la pareja. Las ganas de coquetear y buscar una relación paralela puede parecer más extendida en mujeres y hombres durante estos meses. Una encuesta realizada en un sitio en internet de citas extramatrimoniales indica que el flujo crece un 20% en primavera

Matías Lamouret, vocero de Second Love para Latinoamérica, indicó que la primavera invita a “más salidas después del trabajo, encuentros con amigos y cenas. Muchas veces este impulso también lleva a la búsqueda de otro tipo de aventuras”, agregó. 

Además de las nuevas cuentas, la primavera genera un aumento de conexión de los usuarios existentes, quienes pasan un 35 % más de tiempo online en la red social que durante el resto del año. 

Son, según explicó, personas casadas o en pareja, mayores de 30 años, profesionales y con hijos, que no suelen concurrir a bares o boliches y encuentran en plataformas de Internet un espacio donde conocer gente nueva vinculada a sus intereses y en zonas cercanas.