Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Información General |tendencias

Los jóvenes ya no van al telo y las nuevas costumbres los ponen en vías de extinción

Sostienen que la demanda fue bajando progresivamente en los últimos dos años, para algunos un 30%

Los jóvenes ya no van al telo y las nuevas costumbres los ponen en vías de extinción

Los jóvenes ya no van al telo y las nuevas costumbres los ponen en vías de extinción

7 de Febrero de 2016 | 02:17

“Ya no trabajamos como antes, al menos un 30 porciento menos. Desde los últimos dos años la demanda viene cayendo progresivamente. Estamos bastante preocupados”, dice Oscar (prefiere no revelar su apellido) que trabaja en un albergue transitorio de la Ciudad. En igual sentido, “No viene nadie”, contestan al otro lado del tubo, desde uno de los telos más exclusivos de La Plata.

Trabajadores del rubro se muestran preocupados porque aseguran que la demanda viene bajando desde hace un par de años. Lo atribuyen principalmente a factores económicos y a cambios de hábitos que desalientan la concurrencia.

“Hay pibes de 25 años que no conocen un albergue transitorio. Los jóvenes ya casi no vienen. Eso no pasaba antes”

“De tener alrededor de 70 servicios por día pasamos a un promedio de 30”, cuenta Liliana Barrios, que trabaja en otro albergue transitorio. Héctor R., que hace 25 años es conserje de un telo de la Ciudad, estima que la demanda bajó alrededor de un 15 por ciento.

“Hay pibes de 25 años que no conocen un albergue transitorio. Los jóvenes ya casi no vienen. Eso no pasaba antes”, dice Héctor R. y especula que se puede deber a un cambio de costumbres en las familias: “Ahora los padres salen, van a cenar o al cine y dejan a los chicos solos. Entonces ya no tienen la necesidad de buscar un lugar fuera de la casa”.

De hecho, muchos padres de adolescentes permiten que el novio o la novia de su hijo o hija se quede a dormir. Algunos imponen la regla de mantener las puertas abiertas o de dormir en cuartos separados, otro no. Lo que los iguala es que se sienten más seguros con los chicos durmiendo en casa.

“Para los adolescentes antes estaba prohibido tener relaciones en su casa, pero eso fue cambiando. Ahora muchos padres lo consideran conveniente”, afirma la sexóloga Sandra Lustgarten y explica que esto se debe a una apertura mental con respecto a la sexualidad que fue desvaneciendo la carga moralista que pesó sobre otras generaciones.

La especialista considera que el aumento de divorcios también incide sobre este fenómeno: “Los adultos ya no están tan encima de sus hijos. Necesitan tener más tiempo para ellos mismos. Y al estar separados muchas veces sienten culpa y se vuelven más flexibles con algunas cuestiones”.

Por otro lado, Lustgarten plantea que la mayoría de los divorciados y solteros -grupos que fueron creciendo en los últimos años- cuentan con sus propios espacios y no necesitan recurrir a estos lugares.

“Las costumbres fueron cambiando paulatinamente. El motel era un espacio necesario e importante en el siglo XX. Hoy, en la post-modernidad, estos lugares han quedado como una alternativa más, no la única, tanto para encuentros de parejas conformadas, ocasionales, o para la iniciación sexual, ya que los jóvenes se han ido posicionado de sus espacios en la casa familiar”, coincide la sexóloga Susana Machado García.

El factor econOmico

Trabajadores del rubro consideran que el factor económico también incide en el mal momento que atraviesa el sector.

“Antes las parejas iban a cenar o al cine y terminaban acá, pero ahora buscan recortar gastos y se las ingenian de otra manera. Recurren a los autos o buscan a algún conocido que les pueda prestar el departamento”, dice Oscar.

En cuanto a los precios, los albergues más económicos arrancan, aproximadamente, desde los 200 pesos la hora. También se consiguen promociones por turnos de 3 horas a un poco menos de 400 pesos. Las habitaciones temáticas o con hidromasajes cuestan más caras.

 

Historia y evoluciOn de los telos

 

Según el libro “Telo, un mapa de la sexualidad porteña”, de Juan Pablo Casas, a mediados de la década del ‘30 funcionaban en secreto. Eran posadas adaptadas, por necesidad y urgencia, para ofrecer un colchón a las parejas.

Entre los 40 y los 50 se consolidaron y recién en los ‘60 se dictó la primer ordenanza para reglamentarlos (N°16.374) y a partir de entonces se institucionalizaron como hoteles de alojamiento o telo.

La década del ‘60 fue una época marcada por el surgimiento de movimientos sociales, como el que encabezaron los hippies, que reclamaban la paz mundial y promovían una revolución sexual. Por lo que se podría pensar que no es casual que la primera reglamentación para los telos surgiera en este contexto.

Por supuesto que la legalización de estos espacios encendió pasiones y aparecieron fervorosos opositores que levantaron cruzadas moralizadoras acusando a los telos de ser epicentros de la decadencia moral y de la degeneración sexual.

“El prejuicio social de la concurrencia a un albergue transitorio fue cambiando, ya que la sexualidad fue entendida como una conducta humana natural y no como algo amoral”, sostiene Machado García.

El negocio fue un éxito y los albergues transitorios se fueron multiplicando: afuera de las ciudades, al costado de las rutas y también en medio de los centros urbanos.

Frente a las rústicas habitaciones que se ofrecían en los comienzos aparecieron otras más confortables. Algunas con decorados pretenciosos o con propuestas lúdicas, como cuartos temáticos. De esta manera, los telos dejaron de ser un espacio exclusivo para los amantes furtivos y comenzaron a captar, también, a parejas consolidadas y a matrimonios que buscaban escapar de la cotidianeidad.

“Las parejas jóvenes con hijos muchas veces recurren a estos lugares a fin de recuperar su intimidad, perdida en el fragor de lo cotidiano por la falta de espacio o por el sentimiento de que tienen la casa invadida por los hijos y sus amigos. Los albergues transitorios les permite un encuentro diferente y, en consecuencia, suele cambiar también la perfomance”, dice Machado García.

“El prejuicio social de la concurrencia a un albergue transitorio fue cambiando. La sexualidad fue entendida como una conducta humana natural y no como algo amoral”

Por este motivo algunos matrimonios eligen a los hoteles alojamiento como destino final en los festejos de aniversarios o en fechas importantes para la pareja. “Dentro del juego sexual acuden a estos lugares en busca de mayor erotismo”, dice Lustgarten.

Sin embargo, todo hace suponer, que muchos de ellos también fueron desistiendo de la idea del telo. Trabajadores del sector cuentan que mientras hace unos años los fines de semana eran los días con mayor demanda, ahora los horarios más concurridos pasaron a ser los días hábiles al mediodía. En este sentido, podría pensarse que la mayoría de encuentros son de amantes que arreglan sus encuentros en horarios de oficina.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2250.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla