Miles de jóvenes culminaron frente a la Basílica la 41ª edición de la Peregrinación a Luján

Decenas de miles de personas llegaron a Luján entre la noche del sábado y la mañana de ayer, tras concluir la 41° Peregrinación Juvenil a Pie a esta ciudad bonaerense, desde donde el vicario general del Arzobispado de Buenos Aires, Joaquín Sucunza, pidió a los fieles “que cada uno, maduramente, resuelva su voto en las próximas elecciones generales, para hacer realidad uno de los lemas de la convocatoria, cuidar a la patria”.

De la misa central de la peregrinación, oficiada en Luján, participaron miles de fieles que fueron llegando en diversas columnas durante toda la madrugada.

Poco antes de las 7 arribó a la plaza Belgrano la columna central con la imagen cabecera de la Virgen de Luján que había partido al mediodía del sábado desde el barrio porteño de Liniers.

En su recorrido hacia el Altar Mayor montado frente a la Basílica de Luján, la reproducción de María fue saludada por miles y miles de peregrinos que ya habían completado ese largo camino a pie desde el barrio porteño de Liniers y aguardaban el inicio de la misa.

“Tenemos la enorme alegría de volver a encontrarnos aquí, en la casa de nuestra Madre, la Virgen de Luján; una cita anual que comenzó allá en 1975, es decir hace 40 años; y que significa para todos un momento de búsqueda de Dios en la vida, de búsqueda de una nueva vida”, comenzó diciéndoles Sucunza a los fieles.

Por cuarto año consecutivo, durante la 41° Peregrinación Juvenil a Luján se bautizó a todos los peregrinos que se encontraban en un camino de preparación para recibir el sacramento, que esta vez sumaron 190 fieles.

Tal como se había propuesto desde la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular, por primera vez y al unísono, a la una de la madrugada los peregrinos encendieron una vela para iluminar en el camino a la Patria.

En cuanto al operativo sanitario, más de 300 profesionales de la salud participaron de la asistencia a los peregrinos en los 60 puestos sanitarios distribuidos cada 500 metros en la ruta, los cuales tuvieron disponibles 34 ambulancias.

Por otro lado, fueron unos 6.000 los voluntarios que colaboraron entre el jueves y ayer en la asistencia de los peregrinos, el armado de infraestructura y distintos tipos de tareas.

Sucunza, quien dirigió el oficio de la misa en reemplazo del cardenal Mario Aurelio Poli, quien se encuentra en Ciudad del Vaticano participando del Sínodo de Obispos, señaló que “es una cita de gratitud y de petición; cada uno trae las suyas, pero tenemos habitualmente una en común que no brota del antojo de alguien, sino que está tomada de las mismas intenciones que los peregrinos van dejando”.