Obligan a un cartero a devolver 19 mil cartas

El Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia condenó a un ex empleado del Correo Argentino de Puerto Madryn, Manuel Marcelino Gutiérrez, a un año de prisión en suspenso y le ordenó devolver más de 19.000 cartas que retuvo en su domicilio sin entregarlas a los destinatarios.

El fallo de los camaristas hace referencia a hechos ocurridos en 2007, cuando Gutiérrez tenía bajo su responsabilidad el radio de reparto que abarcaba sectores humildes de esa ciudad chubutense, entre ellos los asentamientos emplazados alrededor del barrio Pujol.

La causa se inició por una denuncia ante los tribunales locales que formuló la suegra del ex cartero, vinculada con cuestiones familiares, que logró que el juez Gustavo Castro dictara una orden de allanamiento.

Cuando la policía llegó a cumplir la diligencia judicial no encontró lo que buscaba, pero sí los bultos que contenían la correspondencia, algunos de ellos abiertos.

“Eran por lo menos 10 sacas”, recordó el jefe de distribución del correo madrynense, Fabricio Lupo al memorar el hallazgo que provocó “un gran revuelo, porque vinieron desde Recursos Humanos de Neuquén a hacer las actuaciones”.

Por esa misma causa, varios fueron sancionados por la falta de control interno, pero Gutiérrez fue despedido y denunciado ante el fuero federal.

En su defensa ante los magistrados, Gutiérrez culpó a la situación por la sobrecarga de trabajo y alegó que tenía mucha correspondencia para repartir, en un radio muy grande y con poco personal.

El cartero fue condenado a un año de prisión en suspenso por los camaristas, que le exigen el reparto de la correspondencia como acción para resarcir el daño.

Por su parte, el director de la sucursal Puerto Madryn del Correo Argentino, Carlos Landriel, reconoció que “si tiene que repartir la correspondencia será con un sentido correctivo y no práctico, porque estoy seguro que la mayoría son boletas que estarán vencidas”.

Los consultados coinciden en opinar que si el radio de distribución hubiera sido otro, quizá la falta hubiera saltado de manera inmediata y no por casualidad.

“Si el radio asignado a Gutiérrez hubiera sido en el centro, seguro que la inspección le caía encima porque hubieran llovido las consultas antes”, indicaron.