Otro round en la pelea entre padres y docentes

Allí donde hasta hace algún tiempo existía una relación colaborativa y de respeto mutuo, hoy parecería observarse con frecuencia antagonismo y disputas. Y donde solía haber una relación de respaldo, hoy prevalecería la desconfiaza. Y a falta de un diálogo regular, cada vez son más lo que adoptan actitudes defensivas o, por el contrario, no dudan en recurrir a la agresión. Es lo que aparece muy seguido en la relación entre padres y maestros.

Algo de todo esto parecería haber quedado demostrado ayer, cuando se conoció un insólito episodio ocurrido en una escuela primaria de la ciudad de Salta.

En esa escuela del barrio Limache, un grupo de padres se quejaron, primero en la puerta del establecimiento y después por nota, porque los docentes les daban demasiada tarea para el hogar a sus hijos, y expresaron algo así como que la tarea de enseñar era responsabilidad de los docentes y no de los padres.

Uno de ellos, inclusive, hizo llegar sus quejas a oídos de los docentes, argumentando que estaban “cansados” de tener que ayudar a sus chicos con la tarea para el hogar.

Los maestros aceptaron el reproche y suspendieron provisoriamente el dictado de deberes, pero redactaron una durísima respuesta que pegaron en un pizarrón para que todos pudieran leerla, y en la que aprovecharon para escribir un contundente texto en el que responsabilizan a los padres por las condiciones en que envían a sus niños y niñas al colegio.

“QUERIDOS PAPITOS”

El cartel, en su encabezamiento, está destinado a los “Queridos papitos”, y dice textualmente que “atiendo a su solicitud de no enviar tareas para la casa, porque es de nuestra “responsabilidad” como profesores enseñar las materias y no de ustedes”, para luego disparar que “es por eso que quiero pedirles que no manden más a la escuela niños irresponsables, faltos de respeto, sin bañarse, deshonestos, flojos y prepotentes, porque esa es su “responsabilidad” y no la deben delegar en nosotros”, para terminar el texto con un “Gracias papitos”.

De esta manera, el cruce entre padres y docentes quedó evidenciado una vez más, teniendo como principal obstáculo la falta de diálogo.

Y según se apunta desde algunas escuelas, incluso de nuestro medio, a ese entorpecimiento del diálogo entre padres y docentes que ha aparecido en los últimos tiempos, se le ha sumado en los ultimos años un elemento que pareciera no contribuir precisamente a mejorar la situación: el Whatsap.

Y es que no son pocas las directoras de jardines y escuelas primarias que reconocen que además de multiplicar rumores, los grupos de Whatsap entre padres terminan muchas veces contribuyendo a que los reclamos no se planteen en forma directa y, de ese modo, crezcan sin alcanzar nunca una resolución favorable. Así, lo que antes parecía impensado, hoy resulta cosa de todos los días.