Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar

Segundo tiempo

LIC. LEOPOLDO MANCINELLI

27 de Abril de 2015 | 02:35

El hombre separado se enfrenta con un desierto amplio y sin señales. Sabe que se ha librado de un pesado compromiso. Es libre y empieza a recibir una serie de tentaciones. Sus amigos le acercan propuestas discretas y de las otras. Ahora vuelven a aparecer antiguas relaciones, amigas con las que tuvo algún acercamiento o un noviazgo furtivo. Al principio acepta todos los convites y se embarca en dudosas aventuras. Con el correr del tiempo advierte que no hay novedades que lo entusiasmen, y al volver de los encuentros divertidos se siente más solo. Cuando en alguna salida cree haber encontrado al fin su alma gemela, teme repetir la historia y caer en el mismo lazo que lo tuvo encorsetado. Entonces se retira y arma un relato de tipo incomprendido; nunca encontrará la mujer que busca.

El hombre separado no busca nueva pareja: la encuentra. Porque al verlo desorientado y con gesto melancólico, las mujeres de su entorno se acercan a consolarlo y asistirlo. Una de ellas se llevará el trofeo; la que sepa comprenderlo, justificarlo y apoyarlo haciendo más cómodo su destierro.

El destino del separado está en cierto modo atado a las características de su grupo de amigos y a la fuerza de su vínculo con éste. Si sus amigos tienen familias estables intentarán en principio evitar la separación, por medio de consejos o reuniones ad hoc.

Cuando los amigos son solteros o divorciados tratarán de llevarlo hacia una vida despreocupada y licenciosa, limando sus sentimientos culposos con argumentos tangueros. Tanto con estos amigos como con su familia de origen, el separado tiene asegurado su baño de indulgencia. Si en algún momento se sintió responsable por la disolución de su matrimonio, ahora se considera una víctima que necesita esparcimiento y diversión.

Cuando el hombre estaba en su casa, con su mujer y sus hijos, soñaba con la libertad, con ese momento sublime en que las obligaciones, las explicaciones, los reproches y reclamos, se evaporaran con el simple expediente de un sonoro portazo. Ahora ha dado el portazo; se produjo un gran silencio; y no hay señales que indiquen cómo seguir.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$135/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2590

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$190/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3970

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$135.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2590.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla