Un nene de 5 años fue picado por un alacrán en el barrio de Palermo

Tras ser picado por un alacrán en su casa del barrio porteño de Palermo, un niño de cinco años logró ser salvado “de milagro” por los médicos gracias a la rápida reacción de su papá.

Tobías está “lúcido” y mantiene una “lenta evolución clínica”, por lo cual ya se programó “su alta con seguimiento ambulatorio por el servicio de cardiología infantil”, adelantaron ayer voceros del Sanatorio Güemes, donde el niño pasó una semana luchando por su vida en Terapia Intensiva luego de ser picado en el cuello por un alacrán.

A consecuencia de la picadura, que ocurrió el sábado 7 de enero, Tobías sufrió cuatro paros cardiorespiratorios, lo que obligó a los médicos a practicarle varias veces la maniobra de resucitación cardiopulmonar.

DRAMATICO RELATO DE SU PAPA

“Estábamos durmiendo con él porque se había pasado a nuestra cama cuando a eso de las nueve de la mañana se despertó llorando. Prendimos la luz y nos dijo que algo le había picado en el cuello. Así que nos pusimos a buscar entre las sábanas qué podía haber sido y de repente me encontré con un alacrán. Lo metí adentro de un frasco, agarramos al nene con mi mujer y nos fuimos directamente al Güemes”, explicó Gastón, el papá.

Los síntomas no se hicieron esperar. Camino a la guardia del Sanatorio Güemes Tobías “se sintió mareado y empezó a vomitar”, relató el padre.

“Cuando lo atendieron nos dijeron que si bien no tenían antídoto ahí, ya lo habían mandado a pedir al Hospital Posadas y lo iban a traer en ambulancia. Pero estábamos tan preocupados que para evitar demoras fui a buscarlo yo mismo. Cuando llegué, mi hijo ya tenía convulsiones”, agregó.

Luego de sufrir cuatro paros cardiorespiratorios durante el primer día de internación, los médicos del Güemes le explicaron a la familia que, pese a la premura con que se manejó la emergencia, el veneno había llegado al corazón de Tobías y que solo cabía esperar que se mantuviera en funcionamiento con ayuda mecánica.

“En sólo 24 horas, la picadura hizo estragos en mi hijo, que estuvo hasta hace poco en estado crítico. Gracias a Dios y a la atención de los médicos está mejor”, señaló Gastón.

Al ser entrevistado ayer por la prensa, el papá de Tobías reconoció que no era la primera vez que aparecía un alacrán en su casa y que, de hecho, ya habían sido picados anteriormente tanto él como su mujer.

“Ya fuimos picados mi mujer y yo. Estamos esperando que vengan a fumigar”, comentó.

Como explicaron los médicos, el hecho de que la picadura sufrida por Tobías haya tenido consecuencias más serias que en los casos anteriores tuvo que ver con su edad, que en estos casos representa una situación de mayor vulnerabilidad.

Por eso “ante la sospecha de que un alacrán pudo haber picado a un niño hay que recurrir con inmediatez al centro más cercano y si es posible con el insecto o una fotografía para que los expertos puedan identificar de qué especie se trata”, explicó la doctora Marcela Aliaga, del Centro Nacional de Intoxicaciones del Hospital Posadas.

Entre los posibles síntomas que pueden presentarse tras la picadura de un alacrán, la especialista mencionó “dolor fuerte en la zona de la picadura, sensación de que asciende por la piel y a la media hora aproximadamente vómitos y sudoración, así como taquicardia y piel pálida”; y aclaró que “también existe la posibilidad que no haya síntomas, por lo tanto frente a la primer sospecha se debe asistir a una consulta médica, especialmente si se trata de niños y lactantes”.