Un “nuevo espacio” público de conexión

Por MARÍA CAROLINA D’AGOSTINO MARIANI
Profesora y Licenciada en Psicología. Integrante del Centro Integral de Psicología CIPsA

La incorporación de nuevas tecnologías a nuestras vidas cotidianas en los últimos años generó una nueva forma de vincularse entre los seres humanos y, fundamentalmente, en los jóvenes con sus pares. La conexión superó la comunicación. Los jóvenes interactúan más a través de las redes sociales que personalmente, produciéndose así una mayor exposición de dichos vínculos y de sus vidas a solo un “enter”.

Hay estudios que arrojan estadísticas alarmantes sobre la cantidad de jóvenes que reciben agresiones a través de internet y, a su vez, la imposibilidad de socializar esta situación con sus pares, padres, etc.

El ciberespacio es un ámbito público en el cual encontramos situaciones muy similares a las que se viven a diario, es decir, tan saturados de violencia como la vemos reflejada en la calle, en el fútbol o en los colegios, y por supuesto en el seno familiar. Lamentablemente, la violencia forma parte de nuestra cotidianidad y de la manera de vincularnos con el otro. Se la naturaliza y, desde la opinión pública, se suele repetir y enfatizar una terrible frase: “algo habrá hecho esa persona para que le suceda eso”.

Frente a este panorama, podríamos preguntarnos si lo alarmante es la cantidad de situaciones violentas que tienen lugar en el ciberespacio o, en cambio, el hecho de que las mismas no quieran ser denunciadas, probablemente por temor de quedar expuestos ante el otro.