Un taller para facilitar el acceso de los discapacitados a la compu

El único movimiento controlado que tiene Jorge es el de la cabeza. Afectado por una parálisis cerebral, no se puede comunicar verbalmente y la posibilidad de utilizar una computadora para facilitarle la vida cotidiana en distintos aspectos le estuvo durante mucho tiempo vedada. Hasta que su caso llegó al Taller de Ayudas Técnicas de Bajo Costo que funciona en Aprilp. Allí diseñaron un joystick que Jorge puede manejar con el mentón. Ahora no sólo puede utilizar una computadora, sino que hasta tiene una cuenta de Facebook para comunicarse con sus amigos.

El caso de Jorge es uno de los tantos que llegan al Taller de Ayudas Técnicas de Bajo Costo, donde se ofrecen respuestas a personas con capacidades diferentes para poder acceder a las nuevas tecnologías a pesar de sus limitaciones. Felipe es otro de los beneficiados por esta iniciativa. Para él, en el taller desarrollaron un mouse con palanca y botonera que le permite, a pesar de su parálisis cerebral, utilizar la computadora como cualquier otro chico en la escuela convencional en la que cursa su quinto grado.

Estas historias son relatadas por Sergio Beltrán Ruau, ingeniero en sistemas platense recibido en la Universidad Tecnológica Nacional, quien él mismo padece una discapacidad que le compromete la movilidad del brazo izquierdo. Ruau desde hace tres años trabaja en el mencionado taller junto a un grupo interdisciplinario para resolver el acceso a la tecnología de personas con capacidades diferentes a través de desarrollos de bajo costo.

Ruau, que en 2012 fue premiado en la ciudad española de Albacete por dos dispositivos de su invención (un joystick que se maneja con una sola mano y un mouse que se puede manejar con el pie), fue invitado ahora para participar de la octava edición del “Encuentro Internacional de Tecnologías de Bajo Costo” que se va a desarrollar en esa ciudad entre el 9 y el 11 de julio.

No es el único reconocimiento por el cual este platense, que hace este trabajo voluntariamente mientras se desmpeña como empleado público, se puede sentir orgulloso: el otro es que muchos de sus desarrollos trascendieron las fronteras del país y actualmente se están utilizando en el exterior. Como un mouse especial que se utilizó recientemente en una feria escolar del Perú para acercar las nuevas tecnologías a personas con capacidades diferentes.

Ruau destaca que el principal interés que tienen sus creaciones ( y todas las del taller de Aprilp) es su bajo costo.

“Nosotros no estamos inventando la pólvora. Sólo hacemos que dispositivos para acercar la tecnología a personas con capacidades diferentes que en el mercado tienen costos altos, sean más accesibles. Además, la otra diferencia es que se trata de desarrollos personalizados, que atienden al problema puntual de cada persona”.

Para dar un ejemplo, Ruau destaca que el joystick que se maneja con el mentón que diseñaron para Jorge se consigue en el mercado, donde cuesta entre 500 y 700 euros.

“Nosotros logramos reducir ese costo a 300 pesos. Y la mecánica es la siguiente: si la persona lo puede pagar, lo paga y ese dinero financia otro desarrollo, para otra persona que no pueda pagar”, dice Ruau.

El taller funciona desde hace tres años en la sede de Aprilp, en Plaza Italia, los miércoles entre a las 15 y las 17. Según Ruau, “una vez que llega el caso, lo estudiamos con el equipo interdisciplinario, que incluye profesores de educación especial, fonoaudiólogos y nosotros, a cargo de la parte técnica”.

Los trabajos no sólo permiten a las personas con capacidades diferentes utilizar nuevas tecnologías, sino otros elementos tradicionales, como los juguetes a pila. Claro que no siempre se consiguen los resultados esperados: “todo depende de la complejidad de la discapacidad y sobre todo de la actitud y el grado de acompañamiento de la familia, que a veces es determinante”, dice Ruau.