Una herramienta de enorme valor

Por MÓNICA GUITART CORIA
Doctora en Educación

“El humor en la clase no sólo hace que los alumnos presten más atención, sino que entiendan mejor conceptos abstractos y recuerden por mucho tiempo lo aprendido. Pero además estimula su participación porque rompen el miedo, la timidez y cambian de actitud. La idea es tratar de crear un ambiente distendido y ameno, generando un desorden controlable, pero siempre productivo y evitando obviamente aquellas bromas que implican una burla o descalificación”.