Alrededor del Palacio Municipal, un barrio sitiado por los piquetes

Podría declarársela “zona de protesta”. Ya casi no pasa un día sin que los alrededores del Palacio Municipal estén “en llamas” y se conviertan, por los motivos más variados, en uno de los principales escenarios en los que se cristaliza la conflictividad social.

En el tramo de calle 12 entre 49 y 54 coexisten, además de la sede comunal, diferentes reparticiones provinciales y municipales que funcionan en las Torres Administrativas. Eso lo convierte en un imán para las protestas, al tiempo que transforma a la zona en una geografía cada vez más caracterizada por las postales de neumáticos ardiendo sobre la calzada, espeso humo negro contaminando el aire y calles bloqueadas que se traducen, a su vez, en laberintos viales.

La zona ocupa, junto a la Gobernación y el tramo de 7 entre 50 y 54, el podio de los puntos con más piquetes de la Ciudad. Cooperativistas comunales, frentistas que reclaman mejoras para sus respectivos barrios, empleados de diferentes reparticiones comunales, taxistas y cartoneros, son algunos de los sectores que han protagonizado ruidosas protestas frente al Palacio Comunal. Ayer los que cortaron la circulación fueron vecinos del barrio Las Palmeras, quienes denunciaron que arrastran problemas con el suministro eléctrico.

“Esto ya no se soporta más. Todas las mañanas hay protestas. Como prenden fuego gomas, hay una humareda tremenda y en los departamentos se llena todo de hollín”, dijo Gladys Rodríguez, que vive en un edificio frente a Plaza Moreno y está preocupada por las consecuencias para la salud de respirar caucho quemado. La mujer cuenta, además, que prácticamente todas jornadas se escuchan estruendos que alteran la cotidianeidad de los vecinos. Y no son pocos los días en que, sino es por los piquetes, quedan “encerrados” por los vallados que suelen colocar en torno al Palacio Comunal para prevenir desbordes.

Para los comerciantes las protestas se traducen en pérdidas económicas. “Cuando hay piquetes circula menos gente, o les cuesta estacionar por acá, por lo que entran menos a los negocios”, comentó Mariela, de un local de indumentaria de 12.