Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
La Ciudad |En el area de quimica del colegio albert thomas

Alumnos crean un postre tentador para que los chicos coman frutas

Contiene la cantidad que se debe consumir por día según la OMS

13 de Septiembre de 2015 | 02:24

Los adolescentes se preocupan porque sus pares tengan una alimentación saludable. Al menos los de la especialidad Química del Colegio Albert Thomas, a quienes un trabajo práctico les despertó el interés por el tema e iniciaron una investigación, comprobando que la mayoría de los chicos no come fruta y que quienes lo hacen consumen menos de lo que el organismo necesita. Así crearon un “postrecito” que contiene la cantidad diaria recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que los jóvenes y también los niños literalmente “devoran”. Fue un éxito en la muestra provincial de escuelas técnicas de Mar del Plata. Y el desafío es llegar a escuelas y comedores comunitarios.

“Nos centramos en crear algo que captara la atención de los chicos”, dice Soledad Guedez, una de las alumnas que llevó adelante el proyecto “Análisis y mejoramiento de un dulce de frutas natural”. En realidad, a esa conclusión llegaron tras un largo camino que comenzó con las prácticas “que hacen todos los alumnos de Química desde cuarto año, que suelen realizarse sobre dulces y mermeladas”, aclara Soledad Cantero, otra estudiante del grupo tutoreado por la joven profesora Solange Rybak.

Los adolescentes se lo comían de una vez, con seis o siete cucharaditas, y siempre venían a pedirnos más

 

“Las Soledad” y Adriel Ocampo se encuentran a punto de finalizar el séptimo año de prácticas profesionalizantes y de obtener la tecnicatura en Química. Y la práctica la realizaron en base al proyecto orientado a lograr que los adolescentes incorporen la fruta a su alimentación. Pero esa iniciativa surgió cuando descubrieron la importancia de consumirla estudiando la “Estrategia mundial sobre régimen alimentario” de la OMS (ver aparte).

“Cuando comenzamos a elaborar dulces después de haberlos analizado en los trabajos prácticos de cuarto y quinto año, iniciamos una investigación con el método prueba-error acerca de su acidez, nivel de azúcar, textura, consistencia, sabor, color”, enumera Adriel.

En esa fase del trabajo, los chicos del Albert Thomas conocieron que “es preciso consumir un mínimo de dos porciones de fruta por día”, dice Soledad Cantero, mientras que su tocaya comenta que “de ese modo podrían salvarse 1.700.000 vidas al año en el mundo, según la OMS”.

“Previene enfermedades cardiovasculares y cancerígenas al proveer las vitaminas necesarias y ayudar a una buena digestión, entre otros elementos”, añade la alumna.

LLEGAR A LOS JOVENES

Fue entonces cuando cayeron en la cuenta de que “los adolescentes no comen fruta, o comen muy poco. Tampoco consumen mermeladas, pero aunque lo hicieran, no ingerirían la cantidad de fruta que el organismo necesita cada día”, dicen los chicos.

No obstante, se abocaron a realizar un test entre alumnos del colegio para comprobar con la mayor exactitud posible esa impresión.

“Primero hicimos una encuesta. En efecto, los jóvenes no comen fruta. Por falta de costumbre o directamente porque no les resulta cómodo tener que lavarla, pelarla, incluso para evitar enchastrarse si están fuera de casa. Y mermeladas, tampoco”, apunta Guedez.

Cantero y Ocampo describen que “el grupo sobre el que hicimos el testeo posterior estuvo conformado por un alumno de cada año, con el fin de tener un panorama de toda la franja de edad que incluye la adolescencia”.

“Nos centramos en la adolescencia porque es la etapa de desarrollo”, aclaran.

Mediante el estudio concluyeron -a priori- que una forma atractiva de llegar a los chicos en edad de secundaria con la fruta diaria que requieren era un “postrecito”. “Utilizamos los envases de yogur pequeños”, dicen, y especifican que “buscamos una fruta por estación para que el proceso de producción sea continuo, y así trabajamos con frutilla, kiwi, pomelo y naranja”.

Ahora bien, ¿cómo captaron a sus pares para que se “devoraran” el producto?.

“La mermelada comercial contiene un 50 por ciento de fruta y un 50 por ciento de azúcar”, explica en lenguaje llano la profe Solange Rybak.

“Las Soledad” y Adriel detallan que “mediante el gelificante agar-agar, la pectina solidificante natural de la fruta y el azúcar logramos una consistencia similar a la del dulce de membrillo, en un producto que a diferencia de los dulces tiene una relación fruta-azúcar de 7 a 3”, puntualizan.

Así nació el “dulce artesanal La Albertina”, nombre inspirado en el del industrial de 1 y 58.

UN EXITO

“Comprobamos que los adolescentes se lo comían de una vez, con seis o siete cucharaditas, y siempre venían a pedirnos más”, dicen y ríen los estudiantes.

La semana pasada montaron su stand en Mar del Plata, donde se llevó a cabo el encuentro provincial anual de escuelas técnicas, agrarias y centros de formación profesional que organiza la dirección de Escuelas. Y se trajeron un par de anécdotas.

“Salimos en el canal de Mar del Plata junto con muchos otros chicos de otros colegios. Pero resulta que al día siguiente vino una pareja con el hijo y nos dijo que el chico había visto lo que hacíamos por tele y que les pidió visitar la muestra sólo para probar el postre”, comentan entre sonrisas.

Además, un hombre que “trabaja viajando de provincia en provincia directamente nos preguntó cuánto costaba la caja de seis (así las tienen armadas), y cuando le dijimos que no se vendía nos quería comprar una a 100 pesos. Finalmente combinamos y nos pidió que le preparemos 10 cajas que pasará a buscar por acá cuando venga a La Plata en plan de trabajo”, relataron.

Cuando se los consulta por la posibilidad de elaborar el nutritivo y atractivo “postrecito” para escuelas o comedores comunitarios, Solange dice que “es una posibilidad que no descartamos, aunque se necesitaría de apoyo”.

La docente finaliza: “Lo que más rescato es el trabajo en equipo que se realizó entre docente y alumnos, dejando de lado individualismos. No se trata de ser amigos, sino buenos compañeros de trabajo, que aprenden y producen para beneficiar a los demás. La amistad llega sola”, apunta y subraya “el apoyo incondicional de las autoridades del colegio; de lo contrario sería imposible avanzar en proyectos de este tipo”.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

Multimedia
+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2250.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla