Contra los grafitis: prohibirían la venta de aerosol a los menores

Intentan, una vez más, frenar el vandalismo producido por los grafitis. En el Concejo Deliberante local se presentó un proyecto de ordenanza que, de aprobarse, quedaría prohibida, en todo el partido de La Plata, la venta de pintura en aerosol a los menores de 18 años.

Cualquier frente de vivienda, comercio, institución o edificio público, monumento, señalética, y hasta el pavimento, se sabe, son objeto de pintadas, y el material que viene en aerosol es el más utilizado para esa clase de vandalismo. Hace muchos años que la modalidad “grafitera” se ensaña con los espacios limpios de la vía pública, y eso es así aunque ha habido más de un proyecto que buscó terminar con ese accionar.

Ahora, de acuerdo a la iniciativa presentada por el concejal Oscar Vaudagna, los negocios que comercialicen cualquier tipo de pintura en aerosol deberán destacar en sus locales, de forma visible y clara y en al menos dos carteles de tamaño mínimo 20 x 25 cm, la leyenda que exprese la prohibición de la venta de esos productos a menores de 18 años.

Los propietarios de los locales estarán obligados, además, a registrar las ventas de pintura en aerosol, consignando los datos del comprador del modo que establecerá el departamento Ejecutivo. Dicho registro será de carácter confidencial, pudiéndose exhibir únicamente a las autoridades de aplicación de la ordenanza.

Los padres, responsables

“La iniciativa surgió luego de las reiteradas denuncias públicas de vecinos que han visto crecer en los últimos tiempos las pintadas en lugares no permitidos - explicó Vaudagna -. Además, al aprobarse el mencionado proyecto de ordenanza, se aplicarían multas a comerciantes que vendan este tipo de productos a menores de edad, como así también si los infractores fueran menores de edad, serán responsables los padres de pagar la multa y reparar el daño causado por sus hijos”.

Según resaltó el edil del Frente Renovador en los fundamentos del proyecto, “La Plata es uno de los tantos destinos turísticos elegidos y para que se sostenga esa predilección es necesario que el paisaje natural que presenta nuestra ciudad se vea acompañado de un aspecto prolijo, ordenado y limpio”. En este sentido, Vaudagna planteó que “es función del Municipio generar distintas normas que regulen y controlen el daño que se produzca en cualquier patrimonio cultural, histórico, como así también en los edificios públicos y privados”.

El concejal resaltó, asimismo, las diferencias entre los grafitis que arruinan el espacio público y las expresiones del arte callejero. “Están aquellos que dentro de lo normado realizan pintadas que demuestran su arte, de aquellos que pareciera que sólo les interesa agredir no solo a los dueños de la pared afectada sino a todo aquel que ve las pintadas al pasar”, puntualizó Vaudagna.

Algunos intentos de freno

El año pasado, en un hecho inédito, dos jóvenes de 17 y 18 años que estaban realizando pintadas en paredes de viviendas de la zona de 6 y 63 fueron demorados por la Policía. Después de un aviso al 911, la dupla de “grafiteros” fue sorprendida con varios envases de pintura en aerosol de distintos colores y marcadores indelebles. Se les inició una causa por “daño” y luego recuperó la libertad.

Hace ya algunos años, en 2008, los clubes Estudiantes y Gimnasia cerraron un acuerdo para preservar el espacio público de las pintadas de los hinchas de ambas instituciones. No obstante aquel compromiso, las leyendas albiazules y albirrojas siguieron apareciendo en fachadas y monumentos sin solución de continuidad.

Con la idea de que, al menos, cualquier pintura sobre el patrimonio cultural de la Ciudad resulta fácil de quitar, un grupo de científicos halló el año pasado la fórmula “antigrafiti”. Se trata de una pintura que se aplica sobre la superficie que se quiere proteger y que luego, si se la ensucia puede limpiarse con rapidez.