Crece el interés para armar pequeñas huertas orgánicas

El interés por tener una huerta familiar crece y eso lo expone una nueva edición de los talleres que se realizan en el Parque Saavedra, con casi 300 inscriptos.

El “Taller de Huerta Agroecológica Familiar” que se realiza en el espacio cerrado Pedro Benoit en Parque Saavedra dio testimonio de ayer de este fenómeno en el que los vecinos buscan armarse de hábitos para una vida sana.

La propuesta que lleva adelante la Dirección de Eventos Comunales, a través del “Programa Tierra Sabe”, está orientada a todos aquellos que cuentan con un espacio reducido, y quieren aprovecharlo para armar una pequeña huerta familiar.

“La idea es que el taller les sirva para realizar sus propios cultivos y complementar el consumo de hortalizas que se hace en casa”, explicó Lucas Martín, a cargo del dictado del curso.

Martín, un estudiante a punto de recibirse de ingeniero agrónomo, aclaró que aunque las clases están pensadas para quienes cuentan con poco espacio, los conocimientos que se imparten sirven para todo tipo de huertas, grandes o chicas: “No es nada más para el que arma su cultivo en una maceta”.

CRECIMIENTO

El taller, que va ya por su sexta edición, se dicta los días jueves o viernes, con dos horarios por día para que más gente tenga la oportunidad de participar. Desde que en sus inicios empezaron con apenas 30 personas, la convocatoria creció gracias al “boca en boca” y el actual dictado del curso cuenta con casi 300 participantes. “Tuvimos que cerrar la inscripción porque sino no nos dabas el espacio físico”, compartió el futuro ingeniero.

Los conocimientos que se imparten en el curso abarcan desde el trabajo del suelo, el mantenimiento y como llevar adelante una huerta agroecológica sin depender de químicos para proteger y nutrir las plantas. Parte de la currícula son las plantas de estación, y aprender a respetar sus ciclos.

Al finalizar el taller, que tiene tanto de teórico como práctico, un grupo de cocineros vegetarianos imparte lecciones de alimentación sobre como comer sano y no desaprovechar los nutrientes de las verduras utilizando medios de cocción incorrectos.

Martín contó que la gente, en su mayoría, se acerca “para hacer una autoproducción saludable”, con la intención de consumir productos más frescos y saludables, sin agroquímicos, una tendencia naturista cada vez más en boga.

“Lo importante es que la gente se anima a hacer su huerta en un espacio reducido, a aprovechar al máximo lo que tienen”, resaltó el instructor, haciendo notar que “hay un reencuentro de las personas con la naturaleza, de tomar conciencia de donde vienen los alimentos que comemos”.

PEQUEÑOS ESPACIOS

“La idea es que el taller les sirva como para realizar su propia huerta familiar en su barrio, un complemento para el consumo de hortalizas que hacen en su casa. Si pueden remplazarlo completamente mejor, pero lo que pasa es que muchos tienen espacios reducidos, y a esas personas está orientado el taller, al que capaz arma su huerta en una maceta. Pero se dan los conocimientos para poder abarcar una huerta grande o una chiquita. Se enseña a plantar cada cosa en su epoca, a respetar los ciclos de las plantas, etc. Abarca desde el trabajo del suelo, mantenimiento y como llevar adelante una huerta agroecológica sin depender de químicos.