Crece usurpación en Olmos y ahora se extiende hasta 520

Sin que se observe ningún tipo de control en la zona, crece la toma de terrenos de Olmos, sobre las 21 hectáreas que pertenecieran al campo de deportes de una cooperativa textil, entre las calles 176, 183, 35 y 38.

Si bien la ocupación comenzó con algunas pocas casillas hace dos años, en las últimas semanas se fue extendiendo hacia 177 de 44 a 520 y por 183 de 44 a 520. En el medio de ese proceso se denunció la reventa de parcelas.

Es claro delimitar la zona más antigua del asentamiento porque es donde prevalecen las casas de material, esa es la zona de 183 desde 35 a 38.

En ese segmento también hay comercios como almacenes, verdulerías y viveros; las calles internas están marcadas y casi todas las parcelas están separadas por alambrados.

También hay alumbrado público y zanjas que dan curso al agua cuando llueve.

A fines de los años ‘90 la sindicatura que gestiona los activos de la Cooperativa Industrial Textil Argentina (CITA) llamó a concurso de acreedores y resolvió desprenderse de algunos activos. En ese momento se vendieron algunos lotes.

De acuerdo a lo que consignaron los emprendedores que compraron la quiebra de CITA, el predio recreativo que estuvo 46 años deshabitado, excepto por la actividad que tuvieron los empleados de la firma y sus familias en una fracción, 48 horas después de que el síndico autorizara la venta, el mismo día en que se presentó el boleto de compraventa, ya estaba tomado.

En ese momento se vieron micros y camionetas que entraban y salían del barrio con casillas de madera.

DESALOJOS POSTERGADOS

En tres oportunidades la UFI 1 pidió el desalojo, y fue tramitado por el juzgado Nº5, pero luego el lanzamiento se postergó por diferentes apelaciones de defensorías oficiales y otras reparticiones.

“Ahora nos enteramos de que algunos movimientos sociales presentaron un informe consignando que hay 700 menores en el predio, cuando la propia dirección de Tierras del municipio dictaminó que en total eran 40 personas”, dijo uno de los propietarios del predio.

Las tierras en conflicto están en una zona de quintas del barrio Santa Rosa y dos brazos del arroyo El Gato pasan por ese campo.

Algunos quinteros continúan con la actividad, pero también hay extensos terrenos colmados de pastizales, tierras bajas y casas muy precarias.

En el barrio Santa Rosa se habla de que no es difícil conseguir terrenos y precarias viviendas por montos que van de los 30 a 40 mil pesos.

En ese marco, los compradores de las tierras aseguraron que “quienes operan de manera ilegal estafando gente necesitada con la venta de parcelas de una propiedad ajena ya están identificados y esta semana le vamos a aportar las pruebas a la Justicia para que actúe”.

Se informó que se espera que el Estado intervenga para que nadie resulte perjudicado.

“Recién pudimos terminar las tareas de mensura del campo hace unos días, con custodia policial, porque si no nos sacan a los tiros de nuestros propios terrenos”, dijo un hombre.

Creada en 1952 cuando un grupo de operarios adquirió, indemnizaciones mediante, la planta quebrada en la que trabajaban, CITA es una de las “fábricas recuperadas” pionera en el país.

En su hora de esplendor, dio empleo a seiscientos trabajadores y gestionó los enormes galpones ubicados entre 63, 64, 7 y 8.

A fines de los ‘90, la textil cuya actual sede está en 115 entre 62 y 63 cayó en cesación de pagos, y convocó un concurso de acreedores.

Se abocó entonces a renegociar sus deudas, y decidió desprenderse de lo que definió como “activos improductivos”.

Como parte de ese proceso, en 2005, se vendió el taller de tintorería y estampado de 7 y 63.

Luego le llegó el turno al ex campo de deportes, que al ser desafectado del uso, comenzó a sufrir reiterados intentos de usurpación hasta que en septiembre de 2014 se estableció el primer conjunto de casillas de madera y chapa con carácter permanente, y se tendieron conexiones improvisadas de electricidad y agua.