Desmanes en City Bell tras una fiesta de egresados

No era el “último primer día” sino el “último día” de clases lo que festejaban ayer a la madrugada alumnos de sexto año del Colegio Fray Mamerto Esquiú de City Bell. Pero la denominación poco importó, pues en realidad lo que hubo no fue un festejo, sino fogatas y destrozos en la puerta del establecimiento educativo, lo que generó un fuerte malestar entre los directivos.

Una de las representantes legales del colegio, Cristina Gallarreta, dijo que “los hechos ameritan un análisis a nivel institucional, tras el cual se actuará en consecuencia”.

Señaló que el encuentro del equipo directivo se llevará a cabo hoy, y en cuanto a eventuales sanciones subrayó que “hasta que no analicemos entre todos lo ocurrido no puedo anticipar ninguna acción a tomar”.

En tanto, la representante legal resaltó que seguirán “trabajando para evitar este tipo de cuestiones, pues la solución de fondo es continuar educando”, afirmó.

Los episodios se desencadenaron cerca de las 6 de la mañana y fueron protagonizados por adolescentes que venían de una fiesta, explicaron en el establecimiento situado en 474 y 14b.

Según se indicó, los jóvenes llegaron hasta la puerta de la escuela con ramas y desechos hogareños que habrían tomado de los canastos de basura de los vecinos del barrio.

Tras amontonarlos, procedieron a realizar una fogata, apuntaron responsables de la institución, que no ocultaron su profundo malestar por lo sucedido.

Además, los alumnos rompieron señales de tránsito y las nomenclaturas de las calles.

sin justificativo

Un integrante del directorio del Fray Mamerto Esquiú contó ayer a la mañana que “un grupo de chicos de sexto año, que ya terminan su escuela secundaria, anoche realizaron una fiesta, y hoy vinieron en horas de la madrugada a la escuela, juntaron ramas y residuos y los prendieron fuego”, describió.

Asimismo ratificó que “los chicos rompieron carteles de la calle”.

Indignado, el docente consideró que “los destrozos que ocasionaron, la actitud que tuvieron, no tienen el más mínimo justificativo”.

preocupados

“Realmente estamos muy preocupados, porque esto va en sentido exactamente opuesto a los valores que trabajamos permanentemente en la escuela”, acotó el directivo.

Y opinó que “posiblemente, el marco social en el que estamos inmersos, la capacidad que tienen los chicos de imitar algunas acciones que se han masificado, como el “último primer día de clases” y todos esos festejos, estén en la base de estas conductas”, dijo.

Finalmente lamentó “los daños ocasionados” y “las molestias que estas acciones significan para los vecinos, muchos de los cuales tienen hijos muy chiquitos. Vamos a seguir trabajando para que esto deje de ocurrir”, coincidió con la representante legal.