Diluvio a la madrugada y algunos anegamientos

La copiosa lluvia que se desató durante la madrugada del viernes generó algunos anegamientos y algunos trasrtonos en barrios de la Ciudad, pero sin provocar mayores inconvenientes,

Cerca de las 4 de la madrugada, arrancó el primer chaparrón y hasta las 8.30, desde la estación climática de la Municipalidad de La Plata llegaron a medir unos 40 milímetros de agua caída.

Los anegamientos se dieron en algunos barrios de la Ciudad, como así también en sectores de Berisso.

Para las siete de la mañana, las mediciones oficiales en la Ciudad reportaban 30 milímetros, medida que llegó a los 40 durante el transcurso del día.

Aunque la impresión de los platenses en las primeras horas de la tormenta fue de que “se caía” literalmente el cielo, la intensidad de la lluvia no alcanzó para representar un peligro y las calles anegadas fueron pocas.

Por su parte, Defensa Civil de Berisso, Ensenada y La Plata, informó que no debieron asistir en ningún proceso de evacuación a causa de la lluvia.

Según informaron en la sede de La Plata, la mayor cantidad de denuncias estuvieron relacionadas con la caída de ramas ocasionadas por el efecto del agua y el viento.

En 11 entre 58 y 59 se produjo una explosión en un medidor de luz, al igual que en 51 entre 7 y 8 y en 8 entre 51 y 53, En los tres casos intervino personal de Defensa Civil y Edelap.

En 163 entre 63 y 64 cayó un post e de alumbrado público con el cableado incluido y en 490 entre 30 y 31 hubo chispazos en un columna de luz. En todos los casos intervino el personal de emergencias.

Zonas afectadas

Uno de los barrios más afectados por las calles anegadas fue el de Villa Castells, donde, de acuerdo con el testimonio de Lilian, una de las vecinas afectadas, la calle quedó tapada por una alfombra de agua.

“Esto es culpa de la falta de mantenimiento”, expresó la vecina que vive en calle 10 entre 498 y 499, quien aseguró que antes se realizaban limpiezas diarias de los desagües para prevenir estas situaciones.

Una situación similar se vivió en la zona de calle 8 entre 143 y 144, en el barrio Villanueva de Berisso, donde las calles de tierra se convirtieron primero en barro imposible de transitar, y pasaron luego a convertirse en verdaderos “espejos de agua”, que hacían imposible divisar los pozos en la calle para transitar con los vehículos.

En Villa Progreso, puntualmente en calle 125 entre 21 y 22, los vecinos expresaron su preocupación cuando el agua superó los límites impuesto por la calzada y se acercó peligrosamente a la puerta de los hogares. “No podemos salir de nuestras casas y hay vecinos que les entra el agua” aseguraron los habitantes de la zona, que denunciaron que hace dos meses se hizo el asfalto.