El Bosque “en obras” por un desagüe pluvial clave

En los últimos días, el montaje de un obrador sin identificación visible, en tierras del Bosque platense, generó sorpresa y alarma entre quienes vieron elevarse un alambrado olímpico y operar maquinaria pesada en el principal espacio verde de la Ciudad. Sin embargo, no estaban ante una nueva usurpación sino un paso clave para avanzar en el “mega-plan” hidráulico regional.

Así lo confirmaron ayer fuentes de la cartera de Infraestructura bonaerense, en el marco de la “reactivación” de la obra de desagües pluviales de la cuenca Zoológico, que incluye una red soterrada en el casco histórico platense y un tramo a cielo abierto que desemboca en suelo berissense.

La “cabeza de playa” para la ejecución de la Etapa I del emprendimiento fue ubicada en 122 y 54, cerca de donde el arroyo del Zoo -que también es válvula de escape del lago del Bosque- cruza el campo de deportes municipal y la avenida 122 para internarse en el partido de Berisso y desaguar en el Canal de Conclusión, a la altura de 129.

En Infraestructura afirman que la unión transitoria de empresas (UTE) que conformaron Tecma S.A y Construcciones La Plata S.A iniciará los trabajos antes de que termine septiembre.

“La construcción de desagües pluviales de la Cuenca Zoológico-Etapa I, que beneficiará a los partidos de La Plata y Berisso con una inversión de 45 millones de pesos, se reactivará este mes y tiene un plazo de 365 días”, subrayaron los voceros.

La obra global, diseñada por la dirección provincial de Saneamiento y Obras Hidráulicas (DiPSOH), comprende la ejecución de un conducto aliviador del arroyo Zoológico desde la intersección de las calles 5 y 57, hasta la de las avenidas 120 y Centenario, en el Bosque.

Allí se unirá con el tramo a cielo abierto del curso de agua que recoge aportes de las zonas de parque Saavedra, plaza Rocha y plaza Matheu, para continuar en una virtual línea recta por la proyección de la calle 55 platense hasta el Canal de Conclusión, en las puertas de la Destilería.

Estas intervenciones se realizarán a lo largo de 1.4 kilómetros, y convertirán al arroyo, en sus tramos finales, en un canal de cuatro metros de anchura y tres de altura.

En Infraestructura aclararon que los movimientos de tierras previstos no afectarán de manera sustancial el patrimonio del Bosque, y que no está prevista la relocalización de las viviendas precarias que existen a la vera del canal, “excepto que algún caso puntual lo amerite”.