El calvario de pasar siete días sin una gota de agua

Fueron siete días en que el mismo cuadro de angustia se repitió a cada intento: al girar la llave de la canilla en la casa de Ana Isabel Dafonseca, en Villa Argüello, no salía una gota. Una semana así pasaron los vecinos de ese barrio, en lo que describieron como “un calvario”, como consecuencia de un caño roto por el que se derrochaba el vital líquido y dejó sin suministro a decenas de familias.

Recién ayer a la tarde, después de haber tenido que soportar innumerables trastornos, el agua volvió a manar de las canillas y alivió a todos.

Los frentistas contaron que el problema se originó cuando los habitantes de una propiedad ocupada ilegalmente intentaron hacer una conexión clandestina con el tubo maestro, a pocos metros de la esquina de 82 y 126.

“Nos dijeron que fue un caballo que pisó un pozo y rompió el caño”, contó Ana Isabel Dafonseca, una de las tantas damnificadas. “Pensaban en ellos nada más y dejaron a diez cuadras sin agua”.

Como resultado de la rotura en el caño, una gran cantidad de casas alrededor en esa zona de Villa Argüello desde el jueves pasado, hasta ayer a la mañana, cuando operarios de ABSA se presentaron en el lugar.

A pesar de los reiterados reclamos, Dafonseca contó que los operarios recién acudieron después de que, junto a otras dos vecinas, concurrió en la delegación comunal de la zona en 122 y 77, y amenazaron con cortar la calle si el servicio no era restituido.

“Como a nosotros no nos registran no podemos pagar el servicio de agua, y tampoco nos tomaron los reclamos durante siete días”, afirmó la vecina.

“No es que no pagamos agua porque no queremos”, explicaron los habitantes de las casas afectadas. “Como no estamos empadronados, no nos registran, pese a que acá se paga luz y gas”, dijeron.

La falta de agua trastocó sus vidas por completo y durante esos días se la pasaron haciendo malabares. “La pasamos realmente mal, yendo a buscar agua con baldes a lo de mi hermana que vive cerca, para llenar los inodoros y tener por lo menos uso de los baños”, contaron.

Hasta las tareas más sencillas se vieron complicadas, como cocinar, para lo cual tuvieron que comprar bidones de agua.

“Nunca nos había pasado algo así acá, y tuvimos que arreglárnosla como pudimos”, explicó Carolina Alvarito, otra frentistas que, para enfrentar el problema, armó una conexión de mangueras hasta la propiedad de otro vecino, lo cual le aportó “un poco de agua”.

Los frentistas destacaron que, aunque las fallas en el suministro de luz o gas son difíciles de sobrellevar, “la falta de agua es la peor y se hace sentir”.

Por su parte, desde Aguas Bonaerenses se informó que operarios de la empresa trabajaron en la zona de calle 82, realizando tareas de mantenimiento sobre “una pérdida de agua que había sobre una conexión”, y lograron restituir “los niveles de presión habituales de la zona” durante el transcurso de la mañana de ayer.

complicados por un enorme Desborde cloacal

En otro orden, los vecinos del barrio “19 de Febrero” denunciaron que hace cinco días en la zona de 120 bis y 87, las cloacas se encuentran totalmente obstruidas.

Según dijeron, las “calles están rebalsadas con aguas servidas” y ven con preocupación la llegada del fin de semana largo, que acarreará demoras en los mantenimientos, y que viene con el pronóstico de lluvias y “nuevos desbordes”.