El Cementerio local muestra su peor cara

Con excepción del sector histórico de las bóvedas que, cercano al acceso principal, se mantiene limpio y con menos deterioro que el resto del predio, el Cementerio Municipal se muestra a los visitantes con su peor cara: sucio, con senderos y veredas rotos, lápidas destruidas en medio de los escombros, pastos altos y sin una gota de agua en las canillas que alguna vez se instalaron para que los vecinos pudieran recargar los floreros con las ofrendas para sus seres queridos.

En rigor, la situación de la necrópolis local no es nueva. “Me mudé hace un tiempo al sur del país y cada vez que puedo visito familiares en La Plata. Vine el año pasado al Cementerio y estaba igual que ahora, hecho un desastre”, señaló un vecino que, ramo de flores en mano, buscaba, infructuosamente, una canilla de donde proveerse de agua.

El lugar destinado a las antiguas bóvedas, como se dijo, recibe, por lo que se advierte, tareas de limpieza diaria. No obstante el particular esmero que se le brinda al sector, igual se ven, por zonas, mármoles, vidrios y hasta puertas donde se alojan los ataúdes, rotos.

A medida que se avanza hacia el interior del predio, se profundiza el estado de abandono. Ya sea donde se sitúan las sepulturas o donde se levantan los nichos, hay faltantes de baldosas, basura tirada, bolsas con residuos sin retirar, cruces y símbolos funerarios desparramados, floreros destruidos y hasta tapas de tumbas destrozadas.

Falta de agua crOnica

La carencia de agua en las diferentes canillas del Cementerio lleva meses; tanto que los vecinos que lo visitan con frecuencia ya saben que deben llevar ellos mismos las recargas de los floreros. “Hace mucho tiempo que no sale agua de las canillas y por eso traemos nosotros bidones para poder dejar las flores frescas y limpiar un poco la cubierta de la tumba”, indicó Cristian Angulo, que visita semana tras semana la sepultura de su madre.

Dentro de las manzanas que ocupa el Cementerio -abarca la zona de las calles 31 a 137 y 72 a 76- se distribuye una veintena de piletas con sus respectivas canillas. La gran mayoría de la salida de agua está clausurada, por lo general desactivada con un alambre que señala que se encuentra en desuso. El resto, por más que se abra, no da agua.

Meses atrás, debido a la deficiente presión que había en la red de Absa de la zona, el Municipio decidió instalar una bomba que aumente el caudal del suministro. Sin embargo, los visitante siguen sin poder hacerse del agua necesaria para el recambio en los floreros.

Empleados que fueron consultados por este diario sobre las razones que “secan” las canillas respondieron que la bomba que posibilita el suministro “se enciende solamente cuatro horas, a la mañana” y que por ese motivo los vecinos que ingresan al predio durante el resto del horario de apertura al público (se puede visitar todos los días de 7 a 18) no cuentan con agua para recambiar el contenido de los floreros.

Desde la Municipalidad se anticipó que “según se establece en el presupuesto, la Comuna destinará más de $21 millones durante el año para llevar a cabo un reacondicionamiento total del Cementerio local”.

En ese sentido, fuentes comunales puntualizaron que, en tanto, “se llevan adelante trabajos de reparación de los accesos; y se va a comenzar con el arreglo de los ascensores. Asimismo, se señaló que el problema del suministro de agua estaba “solucionado”.