El hospital Larraín de Berisso ya lleva 8 meses sin Pediatría ni Maternidad

Con un aparato de rayos, respiradores, equipos de diagnósticos y algunas refacciones, el hospital Larraín de Berisso intenta revertir la crítica situación que el año pasado produjo el cierre de los servicios de Pediatría y Maternidad. “Escuchamos los planteos de la comunidad, en particular a las familias que pasaron situaciones dolorosas como los padres de Naiara Fernández”, señaló Juan Coll, director ejecutivo de ese centro sanitario en referencia a la menor de 9 años que perdió la vida en ese lugar y provocó distintas movilizaciones vecinales.

A pocos días de una protesta en la que personal del hospital denunció frente al edificio a una médica por un supuesto maltrato a pacientes y por abandonar la guardia del día lunes sin terminar de atender a quienes esperaban su turno, el director informó que esa profesional “no pertenece al staff del hospital, se investiga el caso, pero también avanzamos en la búsqueda de recursos estables que sean adecuados a la tarea”.

El trato humanizado entre los profesionales y los pacientes es uno de los ejes que los directores del hospital priorizan para normalizar el funcionamiento de ese centro asistencial, según se aclaró.

En relación a la apertura del hospital a las demandas de la comunidad se informó que se atienden los planteos vinculados a incrementar el personal y la tecnología, dos de las razones por las que permanecen cerrados dos servicios esenciales.

En ese contexto, se adquirió un equipo de rayos, un grupo electrógeno, respiradores y un monitor multi-paramétrico, que sirve para medir distintos parámetros clínicos de los pacientes. Además se gestionó la compra de un termotanque, hace unos días se había denunciado que los pacientes de terapia debían ser higienizados con agua que se ponía a calentar en pavas por falta de ese artefacto.

“Varios sectores como el del tomógrafo se inundaban siempre, pero colocamos una bomba de extracción y convocamos especialistas para atacar las causas”, agregó el director ejecutivo.

Más allá de que uno de los principales planteos es la falta de profesionales, fundamentalmente en las áreas de pediatría y maternidad que son las que continúan cerradas, se anticipó que ya se nombraron tres pediatras y se van a nombrar a otros dos que son residentes de medicina general para reforzar la guardia.

En tanto que en el terreno de la administración económica se comunicó que se realizaron auditorías porque se descubrieron “cuestiones a mejorar”. Aunque no se abundó en los detalles de las anomalías financieras, Coll admitió que a raíz de esas “fallas” se están labrando expedientes que pueden desembocar en sanciones a quienes hasta hace dos meses y medio, conducían el hospital Larraín.