El vandalismo sin fin arruinó el festejo en un centro de jubilados

A pocos días de cumplir 28 años y cuando se proyectaba celebrarlo con una gran fiesta, los miembros del centro de jubilados “Hogar y Amor”, de Berisso, vieron frustradas sus ilusiones a raíz de un ataque vandálico que ocurrió en su sede de 32 y 169. “Nos robaron hasta la comida que estaba preparada para la fiesta, pero lo que más nos indignó fueron los destrozos que causaron”, señaló Raúl Spinelli, presidente de la entidad.

El centro, en el que se realizan distintas actividades recreativas para jubilados, cuenta con unos 800 socios y es uno de los más antiguos de esa ciudad. Se sostiene con la cuota de $10 pesos que pagan unos 60 miembros y con lo que se recauda con las comidas que se hacen una vez por mes.

todo a pulmon

Cada logro reflejado en el edificio de 1300 metros cuadrados se alcanzó gracias al esfuerzo de los jubilados, por eso la indignación fue mayúscula cuando el último domingo se descubrió que una vez mas, la vigésima, delincuentes habían roto alambrados, rejas y puertas para entrar a la institución y alzarse con objetos de valor.

Además de la sustracción de la comida, de los equipos de música y de otros elementos vinculados a las actividades, los ladrones rompieron puertas y dejaron las instalaciones “patas para arriba”. Además se llevaron herramientas, una computadora, una radio, parlantes, una consola y 350 pesos.

De acuerdo a lo que se informó, no es la primera vez que sufren un hecho vandálico; para peor señalaron que nunca se logró esclarecer ninguno de los ataques.

“Hasta hace un mes pagábamos un seguro, pero nos resultaba dificultoso afrontar el gasto y lo dimos de baja; no es sencillo mantener una institución así con los pocos recursos que tenemos”, apuntó el presidente del Centro de Jubilados.

freno a los proyectos

En la entidad, desde la que se impulsaron distintos proyectos, se informó que recientemente recibieron un kit de material deportivo y juegos de mesa, en el marco del programa de fortalecimiento institucional para los centros de la Tercera Edad impulsados por el Gobierno provincial. Afortunadamente ninguno de esos elementos desapareció.

Los jubilados también se lamentaron por todo el desorden causado en el área de la cocina, un espacio que se terminó con mucho esfuerzo en el 2013 cuando se obtuvo una partida de 90 mil pesos del Presupuesto Participativo, lo que sumado a los 200 mil pesos que había reunido la entidad permitió cumplir con ese objetivo.

Pero la entidad también tiene otros proyectos comunitarios que se frenaron a raíz de los distintos robos como por ejemplo crear una escuela de capacitación para los jóvenes.

“Hay cosas que se pueden realizar con poco dinero, pero con cada robo que sufrimos sentimos que retrocedemos y se frena nuestro propósito de seguir creciendo y hacer un aporte comunitario”, informó Raúl Spinelli.

Cabe aclarar que por el último hecho delictivo se dio intervención a la policía, aunque aún no se pudo dar ni con los ladrones ni con los objetos sustraídos.

“Tenemos una alarma, pero pese a todas las medidas no se pudo evitar el nuevo robo; estamos muy preocupados por el crecimiento de la delincuencia en el barrio, también entran a robar con frecuencia a la Escuela N° 4, que está pegada al centro, y muchos jubilados dejaron de venir a la entidad por temor a la inseguridad”, concluyó el dirigente.