En las calles platenses crece la epidemia de autos en doble fila

En muchos sectores de la Ciudad el estacionamiento en doble fila es un mal crónico que, en horarios pico, ocasiona embudos de tránsito y por consecuencia hace más lenta la circulación vehicular. Pese a distintos operativos realizados por la Comuna cerca de los establecimientos educativos, los vecinos denuncian que diariamente hay caos vial en zonas como 4 entre 44 y 45; 44 entre 9 y 10; diagonal 78 y 57; 57 y 8 ó en 6 y 58, por mencionar algunas.

El colegio San Luis ocupa buena parte de la manzana comprendida por las calles 44 y 45 entre 9 y 10, a la mañana temprano, al mediodía y por la tarde, es habitual observar extensas filas de autos en doble fila que superan los 100 metros. La ocupación de la calle, limita el espacio para quienes quieren entrar o salir del microcentro y por eso es usual escuchar bocinazos.

Un panorama similar se aprecia en la manzana ocupada en gran parte por el Colegio Eucarístico, tanto la calle 6 entre 58 y 59 como la diagonal 78 entre 5 y 6, se ponen “imposibles” entre las 7:20 y las 8, cerca de las 13 y entre las 17:30 y las 18, horarios de entrada y salida de los alumnos de jardín y de primaria.

Para evitar el estacionamiento en doble fila, muchos padres optan por llegar varios minutos más tarde del horario de salida.

“Muchos estacionan en doble fila, sacan el chico de la escuela y se van; pero también están las madres que se quedan media hora charlando en la vereda y no les importa estar en doble fila”, contó un comerciante de esa zona.

Tampoco es muy diferente el panorama frente a la Escuela Normal N° 2, a lo que se suma el embotellamiento que produce en horarios pico la espera del semáforo de la diagonal 79.

Otro de los puntos donde se registran embotellamientos es el comprendido por las calles 40, 41 y 42 entre 6 y 7, zona en la que se reparten los establecimientos de enseñanza inicial, primaria y secundaria del Colegio Lincoln. Aunque se reconoce que en este caso los padres son más expeditivos a la hora de dejar o retirar a sus hijos y lo hacen con celeridad.

En 4 entre 44 y 45 a la alta concentración de vehículos en horarios pico, se le suman los periódicos cortes gremiales que se hacen en esa cuadra.

Esos días, tanto automovilistas como conductores del transporte de pasajeros se ven obligados a dar extensos rodeos para llegar de un punto a otro del casco urbano.

Como respuesta a la problemática, Gustavo Luzardo, titular de Control Urbano de la Comuna, apunta que la disposición de inspectores frente a los establecimientos educativos logró que se modificaran muchos hábitos de los padres.

“También hacemos operativos para evitar la doble fila y rondines en lugares críticos y se nota un cambio en muchos establecimientos donde la doble fila no dura mucha tiempo”, dice el funcionario.

De todas maneras, se aclara que continúa el tiempo de tolerancia para que los padres estacionen en doble fila el tiempo que les demanda bajar del auto y acompañar a sus hijos hasta la puerta de la escuela.

“En la avenida 520 nos pidieron presencia y enviamos un móvil fijo para que esté en la puerta de las escuelas”, agrega Luzardo.

De acuerdo a lo que se evalúa, colocar semáforos frente a los establecimientos y reductores viales también fueron factores que influyeron en el ordenamiento vial.

“Notamos un cambio positivo entre los padres, los inspectores se encargan de explicarles la importancia de que no estacionen en doble fila durante mucho tiempo y lo aceptan”, concluye el funcionario.