Los secretos y placeres del mundo del té, al descubierto en la Ciudad

Sentir el aroma de té para reconocer su calidad o combinarlo con distintos alimentos para descubrir nuevos sabores, fueron algunos de los ejercicios de los que participó un centenar de platenses interesados en conocer los atributos de la milenaria infusión surgida en China. Se trató de la primera cata de esa infusión que se hizo en la Ciudad y que coordinó el Tea Master Diego Morlachetti.

“Existen más de tres mil variedades de té y sin embargo, poco conocemos de sus atributos y versatilidad”, dijo el especialista que además es codirector de la Escuela Argentina de Té y recorre el país promoviendo retomar el hábito de reunirse a tomar el té.

“Lo más interesante del té pasa antes de llegar a la taza, porque está el trabajo de la gente y es algo de lo que subsisten muchas personas”, aseguró Morlachetti y, a modo de ejemplo, señaló que en Kenia, el primer exportador del producto, dos de cada tres keniatas trabajan en la producción del té.

En Argentina cada habitante consume una taza de la infusión cada 3 días, lo que equivale a unos 150 gramos por año

Conocer los secretos y placeres del mundo del té fue la invitación para crecer como consumidores y tener una percepción más completa del producto. Por eso en el salón del hotel de calle 6 al 1026 se ubicaron mesas redondas, se colocaron tres tazas por cada persona, diferentes tés del establecimiento Las Marías, jarras con agua y dulces y scones, entre otros bocados que sirvieron para el maridaje.

Pese a que puede creerse que el té ya se consumía en épocas de la colonia, la mayoría se sorprendió al enterarse que llegó a la Argentina en 1923, cuando un sacerdote ucraniano trajo como presente para su familia un paquete de semillas de la planta. Recién en 1940 el país empezó a tener una producción considerable y se especializó en té negro, algo que le permite exportar el producto a Estados Unidos y Europa.

“El 96 por ciento del té que se produce es negro y el resto, verde. El 90 por ciento de la producción se exporta, de eso el 60 por ciento va para Estados Unidos y el resto a Chile y algunos países europeos”, apuntó el tea Master.

“En países como Chile está más generalizado el consumo del té; por ejemplo en ´ la once ´, una comida que se sirve entre las 18 y las 19, se bebe una taza de té negro que se acompaña con una tostada”, sostuvo Morlachetti.

Según relevamientos realizados por la industria del té, en Argentina cada habitante consume una taza de la infusión cada 3 días, lo que equivale a unos 150 gramos por año.

BENEFICIOS PARA LA SALUD

Aún muchos lo asocian a estar enfermo y es que está comprobado que el té presenta distintos beneficios para la salud porque tiene propiedades nutrientes como L teaninas, cafeína, catequinas, vitaminas y minerales.

Sin embargo, en la degustación se propuso “salir de la dimensión bienestar de la salud para ingresar al aspecto social” y entre otras cosas se invitó a reparar en determinados tips que hacen a la calidad: si la producción es integrada, o sea si se cosecha y si se crea el blend en el mismo establecimiento.

“La frescura es lo que determina el valor del producto y por ejemplo se tomarán los brotes más tiernos, de 3 o 4 centímetros, donde se concentra el 80 % de los hidratos, si queremos un producto más dulce”, reveló el especialista.

En relación a la creación del blend, se explicó que hay que tener en cuenta la variabilidad estacional, de mayo a octubre no hay té, y para lograr un producto equilibrado cada saco contiene 20 tés distintos, o sea fueron cosechados en diferentes momentos y parcelas del campo.

Como ejercicio se propuso romper un saquito, colocar el contenido en la palma de la mano, exhalar bien cerca del producto e inmediatamente sentir el aroma de la hierba para descubrir una de las propiedades más intensas del buen té.

Además se destacó que el color marrón chocolate por sobre los tonos cobrizos hablan de una mejor calidad de la infusión.