Murales en las paredes del Liceo para revivir la historia del colegio

La historia del Liceo Víctor Mercante se podrá rememorar a través de las paredes del colegio. En una movida en la que se entrelazan el arte y la memoria, docentes, artistas y alumnos dejaron instalado ayer el quinto mural de una serie de 77 que proyectan colocar, en el mediano plazo, en los muros exteriores del edificio de diagonal 77 entre 4 y 5.

El proyecto, explicaron sus impulsores, apunta no sólo a repasar el rico pasado de esa institución educativa, sino que también se propone reconstruir -a través de “postales” artísticas elaboradas con distintas técnicas- la evolución de la Universidad Nacional de La Plata, sus colegios y facultades.

Ese ambiciosa propuesta, que se había puesto en marcha el año pasado, siguió su paso ayer con la instalación del primer mural de 2015 en las paredes exteriores del Liceo.

La nueva obra se suma así a otros cinco murales que ya habían sido colocados en el perímetro del colegio, en el marco de una iniciativa impulsada por la casa de altos estudios platense para preservar el patrimonio histórico de la institución.

Según explicaron los organizadores, cuatro de las anteriores obras fueron creadas en un trabajo colaborativo del que participaron profesores, alumnos y dos artistas chaqueños, Milo Lockett y Dante Arias, quienes aportaron su talento y experiencia.

Al quedar expuestas en la vía pública, las obras abren a toda la comunidad la historia del Liceo y el resto de los colegios y universidades de la UNLP.

A la vez, el proyecto persigue el ambicioso desafío de elaborar “el mural más extenso de La Plata”. La idea, comentaron, es unir conceptualmente en un único recorrido histórico los distintos murales que, progresivamente, se irán instalando en colegios y facultades.

Colorida jornada

Hacia el mediodía, después de terminar el amolamiento del panel sobre el que se pensaba trabajar, Graciela Barreto, Cristina Terzaghi y Fernando Arrizurieta, artistas y profesores de la Facultad de Bellas Artes, iniciaron los trabajos para fijar sobre la pared las piezas de cerámica trabajadas con técnicas de fotocerámica, serigrafía y calcoláser.

Sobre esas piezas plasmaron dibujos, mapas y fotos originales de las primeras alumnas del Liceo, como una forma de volver a contar la historia de esta secundaria histórica, cuyo edificio, durante la última dictadura militar, fue cerrado y estuvo a punto de ser demolido.

“Consideramos que fue un acierto haber recuperado este edificio, que es fundacional de la Ciudad, y ahora hacer lo necesario para preservarlo”, dijo la vice decana de la Facultad de Bellas Artes, Cristina Terzaghi.

Las técnicas utilizadas para trabajar la cerámica, explicaron Barreto y Terzaghi, asegurarán la preservación de las ilustraciones y las protegerán del vandalismo del que eran generalmente objeto las paredes del muro perimetral de la escuela, restaurado en el 2010 en un trabajo en conjunto con la Municipalidad de La Plata.

Se adelantó que dos ochavas serán especialmente reservadas para que sean utilizadas por los alumnos, quienes podrán realizar aportes más “contemporáneos”, con los que ellos mismos se identifiquen.

“La idea es que comparta un diálogo plástico y visual con el resto de los murales”, expresaron las artistas, y agregaron que esperan que involucrando a los alumnos en el proceso de revalorización del colegio se los motive a comprometerse en su cuidado.

“Lo interesante es que esto no es un trabajo que está haciendo Bellas Artes solamente”, agregó Barreto y explicó que “es un trabajo colectivo, eso es lo que tiene de pedagógico”.

La artista comentó que ninguno de los involucrados “sabe todo”, por lo que permanentemente se apoyan unos a otros para llevar el proyecto a buen puerto.

De la iniciativa también participan Teresa Terzaghi, quien fue profesora de Historia del Liceo Víctor Mercante y es quien se encargó de elaborar el “guión” de la historia que se “relatan” en los murales; y Ana Otavianeli, la arquitecta que asistió en la restauración inicial del edificio y aportó los planos del mismo.

Quienes participan del proyecto agregaron que esperan que esta iniciativa sirva de paliativo para el constante vandalismo que arruina la fachada del colegio.