Padres frenan la jornada completa en escuela de Bavio

La implementación de la jornada completa en la Escuela Primaria N° 16 de Bavio fue “frenada” por los padres. “La semana pasada nos dijeron que ayer empezaba la jornada completa para los chicos de 6° grado, y que el primer día de clases del 2016 arrancaba para todos. Nos quisieron imponer que los 320 alumnos de la escuela vayan 8 horas a un edificio que no está preparado, algo que nosotros ya habíamos planteado claramente el año pasado”, afirmó a este diario la integrante de la Asociación Cooperadora, Vanesa Garabato, madre de una estudiante de 5° grado.

Muchos padres “no están de acuerdo con la jornada completa, por lo menos mientras contemos con la escasa información que nos brindaron las inspectoras de la zona, que además nos han tratado muy mal”, dijo Vanesa, quien agregó que “tampoco nos consultaron sobre la modalidad, y directamente nos comunicaron que sería idioma portugués, algo que a casi nadie le interesa”, añadió.

La cuestión es que la decisión de instrumentar la jornada completa a partir del miércoles de esta semana chocaba de lleno con la opinión de los padres. Entonces organizaron una marcha para el martes. “Enterados en La Plata, el lunes vino personalmente la inspectora jefe Regional, frenó todo y nos prometió nuevas reuniones para ir consensuando la forma de aplicar el nuevo sistema”, apuntó la integrante de la Cooperadora.

En Bavio cuentan que la centenaria Escuela 16 “prestó espacios, hasta abril de este año, a la secundaria. Cuando esta se mudó al edificio nuevo, comenzaron a decir que estaba todo listo para la jornada completa, cuando en realidad el edificio era un verdadero desastre”, remarcan.

Vanesa Garabato dice que “en la zona donde estaba la escuela media quedaron puertas y vidrios rotos, ventiladores arrancados y cables colgando, pero ello vino a sumarse al pésimo estado en que estaba el inmueble”, señaló, y habló de “paredes a las que se les cae el revoque, dos baños de la época de la fundación (uno para chicas y otro para varones) con tres inodoros cada uno, una cocina pequeña y un SUM, donde ahora deberían comer todos los días los 320 chicos, dividido con durlock en espacios que la secundaria usaba como aulas”.

Los padres se pusieron firmes y en mayo firmaron un acta acuerdo con las autoridades “dejando constancia de que no se iba a avanzar con el proyecto hasta poner todo el edificio en condiciones. Pero con los trabajos por la mitad, la semana pasada nos dijeron que arrancaba la jornada completa este miércoles. Además, con una orientación impuesta y sin el personal auxiliar necesario. Todo muy tirado de los pelos”, se quejaron.