Preocupa rotura de un equipo para diagnosticar y seguir enfermedades

La rotura de un citómetro de flujo, equipo que entre otras cosas sirve para hacer diagnósticos en casos de leucemia, preocupa a padres que tienen a sus hijos internados en el Hospital de Niños Sor María Ludovica porque, en algunos casos, tuvieron que costear de su bolsillo el estudio y desembolsar unos $ 2700. Eso es lo que contó días atrás Analía Soria, madre de Manuel Robert, el nene que necesita un trasplante de médula.

La madre señaló que su hijo padece leucemia, enfermedad que se le detectó en noviembre del año pasado, y se trata en el Hospital Sor María Ludovica. Si bien señaló que recibe la mejor atención de los profesionales, se mostró preocupada por la falta de algunos aparatos que se necesitan para los diagnósticos.

”Hay equipos que son indispensables para diagnosticar el estado de la enfermedad del nene y otros pacientes en situaciones similares, nosotros podemos enviar las muestras a capital federal y pagar $ 2700 de manera particular, pero otras familias quedan a la deriva”, agregó la mujer que también denunció que en la Sala 15, donde están los chicos internados, frecuentemente hay problemas con el agua caliente y deben higienizarlos con toallas húmedas.

Cabe aclarar que los citómetros de flujo son capaces de analizar varios miles de partículas por segundo, en tiempo real, y pueden separar y aislar activamente partículas de acuerdo a propiedades específicas. Un citómetro de flujo es un instrumento similar a un microscopio, pero en vez de producir imágenes de las células ofrecen una cuantificación automática de una serie de parámetros con altísima calidad.

La citometría de flujo es una técnica utilizada en forma rutinaria en muchos centros de salud para el diagnóstico y seguimiento de muchas enfermedades tales como las leucemias, granulomatosis crónica, y SIDA. De todas maneras se aclaró que tiene muchísimas otras aplicaciones en investigación básica, práctica y ensayos clínicos. Una variante común de esta técnica es la separación física de partículas según sus propiedades, empleándose por ejemplo para purificar poblaciones de interés.

De acuerdo a lo que se informó, el citómetro funcionó durante algún tiempo en el Hospital de Niños, pero luego se decidió enviarlo al Hospital San Martín porque era más requerido en ese centro asistencial.

En el Ministerio de Salud de la Provincia se reconoció que el equipo se rompió y que para realizar los estudios que requieren de esa aparatología se optó por hacer las derivaciones de los pacientes al Hospital del Cruce, en Florencio Varela.

“El citómetro está en reparación, pero nadie que lo necesite se queda sin ese estudio”, aclaró un vocero de la cartera sanitaria provincial.

En relación a la falta de agua caliente en la Sala 15, se comunicó que el año pasado se colocó un termotanque nuevo que requiere mayor tiempo de recuperación.

“Esa es la razón por las que en algunos momentos falta el agua caliente, pero para salvar ese inconveniente ya se decidió instalar un nuevo termotanque”, se informó, aunque no se precisó la fecha en la que estará funcionando el nuevo artefacto.