Promueven instalar equipos para actuar ante emergencias cardíacas

Hace unos días se aprobó la ley que dispone la instalación de desfibriladores externos automáticos - DEA - en los espacios públicos para que, ante una emergencia, las personas tengan acceso a la resucitación cardiopulmonar y a la desfibrilación. La medida tuvo una gran aceptación en distintos ámbitos locales y se habla de trabajar por una “ciudad cardio segura”.

Se trata de la Ley Nacional N° 27.159 que contempla un sistema de prevención integral de eventos por muerte súbita en espacios públicos y privados de acceso público, para reducir la morbimortalidad súbita de origen cardiovascular.

Entre otras acciones, se impone la obligación de instalar en esos espacios, desfibriladores externos automáticos que sean de fácil acceso para su utilización.

Jaime Henen, secretario de Salud y Medicina Social de la Municipalidad, asegura que los desfibriladores en espacios públicos serán de vital importancia ante cualquier imprevisto porque permitirán salvar vidas.

La aplicación de la nueva ley es fundamental en espacios que reciben grandes concurrencias de gente

El Estadio Único y las canchas de Gimnasia y Estudiantes, son algunos de los ámbitos en los que considera elemental contar con esos equipos.

“Como son automáticos los puede usar cualquier persona, se activan solos y vienen con claras indicaciones. De todas maneras lo ideal es estar adiestrado para saber cuándo hay que usarlo”, aclara Henen.

Como complemento, el médico propone que cada vez mayor cantidad de ciudadanos se sume a los cursos de RCP - reanimación cardiopulmonar - para que sepan detectar el paro cardíaco.

“Damos turnos para ir a clubes, escuelas, lugares de trabajo y les brindamos la capacitación en RCP para que hagan las prácticas con los muñecos que llevamos; todos aprenden las maniobras para mantener oxigenado al paciente hasta que llegue la ambulancia que cuenta con equipos desfibriladores y tubos de oxígeno”, apunta el funcionario.

En esa línea Henen considera que la aplicación de la nueva ley es fundamental en espacios que reciben grandes concurrencias de gente; en tanto que en escuelas o en pequeños clubes, el adiestramiento en RCP es una buena herramienta para mantener a una persona con signos vitales hasta que llegue una ambulancia.

Acostumbrado a intervenir en muchos eventos en el que está en riesgo la vida de las personas, Fernando Carlos, director de Defensa Civil de La Plata, señala que trabajó en un proyecto para que La Plata sea declarada como una ciudad cardio segura. “Para eso deberíamos contar con un desfibrilador cada un número determinado de habitantes, luego habría que colocarlos en edificios públicos y capacitar a empleados para que sepan cuándo y cómo utilizarlos”, asegura Carlos.

En ese esquema, cada edificio público contaría con un responsable por piso para responder en determinados horarios a esa asistencia primaria.

“El 70 por ciento de los eventos cardíacos ocasionados por arritmias podría salvarse si se actúa en los primeros 5 minutos”, concluye.

EN LOS CLUBES

Pablo del Compare, médico del plantel de Gimnasia, señala que desde hace bastante tiempo el club cuenta con tres ambulancias que durante los partidos cubren cada sector del estadio; además hay médicos en la platea para actuar en caso de emergencias que se den entre los asistentes.

“En los eventos deportivos es obligatorio que haya equipos de emergencia que cuentan con desfibriladores, los partidos no arrancan si no están las ambulancias”, apunta el médico que además aclara que hay un plan para actuar en cada caso y están previstas las derivaciones a centros sanitarios.

En tanto para cualquier eventualidad en las prácticas y entrenamientos que realizan las distintas divisiones en el predio de Estancia Chica, hay un protocolo que prevé el uso de un desfibrilador portátil, que entregó la AFA hace 3 meses y el despliegue de personal que se capacitó en RCP.

“Hicimos un curso de entrenamiento que contempló la distribución de los distintos pasos como por ejemplo llamar a la ambulancia, mientras uno hace RCP y otro va en busca del desfibrilador; el que actúe debe estar entrenado, con voluntad de intervenir y sin asustarse”, concluye el médico.