Un puente escolar unió lazos entre alumnos de La Plata y la Antártida

Por primera vez, una escuela de La Plata se comunicó por video llamada con un colegio de la Antártida. Fue ayer a la mañana, desde la Secundaria 27, del barrio La Loma, donde la emoción ganó a estudiantes, docentes y directivos, quienes a mitad de mañana entablaron una charla a través de Skype, con pantalla gigante. Conversaron y compartieron experiencias sobre tiempo libre, fauna, el uso de la energía y los hábitos en el punto más austral del mundo.

Mientras en La Plata la lluvia se había apoderado de la mañana, en la Antártida el sol estuvo a pleno. La comunicación se cortó varias veces, pero eso no fue obstáculo para la gran expectativa que había en la comunidad educativa de la sede de 35 entre 16 y 17, donde insistieron varias veces para restablecer el vínculo.

“Nosotros vemos pingüinos, palomas fantásticas, lobos marinos y ballenas. No nos dejan acércanos demasiado por una cuestión preventiva, pero disfrutamos mucho. Sacamos fotos y jugamos en la nieve”, contó uno de los alumnos desde la Antártida.

Una escuela con 14 alumnos

La Escuela provincial 38, Raúl Ricardo Alfonsín, comenzó a funcionar el 11 de marzo de 1997 en la Base Esperanza de la Antártida Argentina, dependiente de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Allí hay 14 alumnos, hijos de las familias de científicos, personal de las fuerzas armadas, técnicos y civiles que viven transitoriamente por un año en la base.

Desde el sur contaron que su alimentación tiene “mucha comida chatarra y en base a harinas”, también dijeron que el tiempo libre que le queda lo utilizan para esquiar, caminar y jugar al pool, a los naipes y algún entretenimiento de mesa”.

Pero lo más impactante de la jornada de ayer fue cuando los chicos del sur llevaron su cámara al exterior de la escuela y le mostraron a sus pares de La Plata la nieve y cómo se encontraban los alrededores de la escuela. Eso colmó de emoción y aplausos al pasillo en el que estaban los estudiantes de quinto segunda, junto con la docente Valeria Andrade quien tiene a su esposo (Marcelo Javier Rivas, segundo jefe de la Base Esperanza) en ese punto austral y fue el vínculo para la histórica jornada de ayer que se vivió en la escuela platense. La propuesta local se enmarca en el proyecto Rompiendo Estructuras y tiene sus miras en el Bicentenario de la Independencia nacional. Cada división eligió una provincia y los alumnos de 5º 2 se inclinaron por Tierra del Fuego y la Antártida.

Kevin Ñañez, Camila López Osornio, Laura Galilea y Micaela Salgueiro fueron algunos de los alumnos que se animaron a preguntar por la vida de sus pares en la Antártida. Y del otro lado respondieron también los docentes Gabriela Magdalena Silva y Fredy Ariel Miranda.

El director de la Secundaria 27 de La Plata, Héctor Robbiano, dijo que “a este colegio concurren 776 alumnos en tres turnos: mañana, tarde y vespertino, y en una buena proporción son de Los Hornos, San Carlos, Tolosa y algunos viven en el barrio de esta escuela. Hay varios casos de estudiantes que pertenecen a familias consideradas socialmente vulnerables o de riesgo, y participar de esta actividad es fantástico para ellos”.

El equipo de audio y video que se utilizó ayer en el colegio para la conexión con la Antártida es del propio establecimiento educativo y es motivo de orgullo. El contacto se dio por el esfuerzo constante que puso el encargado del Laboratorio de Informática de la Secundaria 27, Sergio Ochoa, quien recibió aplausos al finalizar la video llamada.