Un “río” de desperdicios cloacales fluye por 11 y 75 y los frentistas ya no aguantan más

La acumulación de agua cloacal en Villa Elvira atormenta a los vecinos de 11 y 75 que en las últimas horas, tal como les pasa con frecuencia, volvieron a sufrir la pestilente inundación de la calle. “No sabemos qué hacer, es un problema que no tiene solución, pese a la acumulación de reclamos que tenemos hechos a lo largo del tiempo”, señaló Mirta Bosarelli, una de las personas afectadas.

La zona más afectada por la pérdida cloacal es la comprendida por 11 entre 74 y 75 porque esa cuadra es levemente más baja que el resto.

En enero la gente de la zona atravesó el mismo problema y en los últimos días la cámara de las cloacas ya desbordó en una media docena de oportunidades.

Cerrar las ventanas y colocar improvisadas compuertas para que en las viviendas más bajas no entren esas aguas fueron las alternativas que encontraron los que sufren más que los anegamientos en la vía pública.

“Ni los cías de calor más extremo podemos abrir las ventanas por el intenso olor que viene de la calle”, apuntó una de las vecinas afectadas.

En el barrio todos coinciden en que el problema no resuelto se desencadena por un sistema cloacal que colapsó por el funcionamiento de la Unidad Penitenciaria N° 9.

En determinados horarios, la presión que traen esos desechos es tal que hay muchas viviendas que terminan con sus patios o cocheras completamente inundadas por los desbordes.

“Varias veces al año pasa lo mismo, es un problema que lleva décadas y nadie lo soluciona en forma definitiva; para peor ocurre cada vez con mayor frecuencia”, insistió Mirta Bosarelli, vecina que ya realizó numerosos reclamos ante Absa para que intervengan en el lugar.

Según indicaron los vecinos, Absa concretó algunas tareas de mantenimiento en las conexiones cloacales de la cárcel, pero no se alcanzó la solución definitiva.

Para tratar de preservar sus propiedades, en algunas viviendas se colocaron especies de compuertas y de esa manera evitan el ingreso de las aguas servidas.

Otras familias que no tienen ningún recurso para evitar la “inundación”, deben resignarse a que el agua corra para limpiar y desinfectar.

En tanto Absa informó que en las próximas horas un equipo de operarios trabajará en ese barrio para normalizar la situación.