Una multitud en el súper guiso solidario

Con la cocción del guiso de lentejas más grande del mundo, arrancó oficialmente la temporada de las megapropuestas gastronómicas solidarias en la Ciudad. Diez mil porciones se prepararon y repartieron entre la multitud que también disfrutó de una feria y los atractivos ofrecidos dentro del predio de Iniciativas Platenses.

En ocasión de las celebraciones por las fiestas patrias, organizadas por la Municipalidad, ayer fue el turno del predio del Camino General Belgrano y 516, donde desde hace un tiempo opera Iniciativas Platenses (IP), la feria de emprendedores donde puede encontrarse producciones artesanales, orfebreria, comidas étnicas y mucha diversión.

Esta vez, el predio se convirtió en el escenario elegido por el chef Alejandro Oliveto y su equipo de cocineros, conocidos ya por sus mega producidos gastronómicos, cada cual más grande que el anterior en un intento de continuar rompiendo récords.

FUEGO SOLIDARIO

Un gigantesco guiso de lentejas calculado para poder ofrecer 10 mil porciones fue la meta que el cocinero se fijo este año, casi duplicando el que confeccionase en Plaza Malvinas el año pasado, en beneficio de la Escuela de danzas clásicas de La Plata, cuando elaboró 6.000 porcio nes.

Poco después de las 11 comenzó el fuego para calentar el enorme disco de hierro fundido en el cual se han cocinado ya incontables platillos populares. Casi una tonelada y media de ingredientes se utilizaron, entre lentejas, carne de novillo, chorizo colorado y cerdo, panceta y morrón rojo, cebolla de verdeo y común, puerro y papa, todo cocinado durante una hora en 400 litros de caldo y 250 kilos de tomate triturado a los que se sumó la cantidad acorde de condimentos. “Con poca sal porque tenemos varias personas mayores entre el público”, broméo Oliveto.

El evento estuvo organizado a beneficio de entidades como el Hospital de Niños de La Plata Sor Ludovica, el Hospital San Roque de Gonnet, el Jardín Municipal Paulo VI y Cruz Roja La Plata.

Durante toda la semana, los voluntarios recibieron los pedidos realizados con antelación para asegurarse una exquisita porción del preparado gastronómico y hasta el último momento, cuando Oliveto gritó “¡marcha!”, los puestos de las entidades levantados sobre el predio de IP trabajaron con ahínco entregando los cupones con los que retirar una bandeja colmada de un calentito guiso.

“Estoy feliz de la vida”, expresó el chef comentando las actividades del día, el primer platillo gigantesco del año y que durante dos horas requirió su atención, guiando a los asistentes y entreteniendo al público que tuvo oportunidad de ir catando el platillo durante su cocción.

A la propuesta del “guiso más grande del mundo”, se sumó como siempre la feria de artesanos, inflables para los más chicos, música y un gran número de puestos de comida.