Una usina que convierte sueños en empresas

“Por una idea pago un dólar, por una implementación, un millón”. La frase, de un investigador del desarrollo empresarial, es cita frecuente a la hora del desafío de concretar los sueños en iniciativas de producción, servicio, trabajo al fin. Esa es la especialidad de la denominada “Usina de ideas”, creada por la facultad de Ciencias Económicas de la UNLP como un espacio de trabajo colaborativo e interdisciplinario para el desarrollo emprendedor de estudiantes de esa y otras facultades.

La turbina ya gira con más de un centenar de proyectos. Trabaja casi a diario y puede vérsela en acción, en su espacio de la sede de la facultad, con grupos de emprendedores en diálogos intensos, con la coordinación de docentes e investigadores. Todos ofrecen aportes a las ideas de todos e incluso opciones de asociatividad para complementarse.

IDEAS EN ACCION

“La denominación de usina remite a ese lugar donde constantemente se están generando cosas, está en movimiento. Alude a la pequeña fábrica donde entra agua y sale energía. Acá llegan las ideas y la usina las transforma en proyectos”, explica Juan Tettamanti co coordinador del equipo de la Usina.

En términos prácticos, quien tenga una idea y sueñe con un emprendimiento puede acercarse al entrepiso del edificio de 6 entre 47 y 48 para ponerse en diálogo con otros potenciales emprendedores, en un ejercicio del denominado coworking o trabajo colaborativo. El programa también ofrece mentorías, que son encuentros con emprendedores más experimentados; charlas temáticas sobre aspectos técnicos y reuniones de equipo, que permiten el intercambio y hasta alianzas con otros proyectos.

El paquete incluye también los denominados “jueves de inspiración” (el tercero de cada mes), con un formato que admite todas las anteriores herramientas junto con el desarrollo de charlas abiertas, por ejemplo, de representantes de la Bolsa de Comercio o emprendedores destacados como la bióloga e investigadora del CONICET, Valeria Bossio, quien ideó un emprendimiento vinculado al tratamiento de osteoporosis mientras se destacaba en investigaciones sobre tejidos vivos. También aportó su experiencia Nicolás Villarreal, el chico platense que soñaba con dibujar y se transformó en proveedor de los gigantes de la industrial audiovisual Disney y Pixar.

En la facultad consideran que no es casual la demanda: “Argentina es uno de los países con mayor tasa de emprendimientos por año”

“El concepto de coworking refiere a la búsqueda, en un mismo espacio de trabajo, de un desarrollo rápido para emprendimientos de cada una de las personas o emprendimientos que intervienen. Lo que aporta cada uno es lo que sabe hacer y lo que trae al espacio. Por ejemplo, viene alguien del área de diseño con un proyecto relacionado a ese sector y se cruza en la usina con alguien que planea algo en el área del comercio on line. Ambos potenciarán su idea, con el aporte del otro, en un proyecto ya enriquecido”, apunta Tettamanti.

De eso pueden dar nota los emprendedores de un proyecto sobre bolsas de papel reciclado (reemplazo de las plásticas, ya en retirada) con espacios para publicidad, que recibieron buenos consejos sobre la estética del producto de parte de Gabo, formado en la comunicación audiovisual y dueño de una herramienta de realidad virtual aplicable a todo tipo de dispositivos para promoción turística. También los desarrolladores del brasero de mesa que no quema las manos, mantiene la comida caliente y es amigable a la vista. Tras colocar su idea en el mercado internacional, encontraron la respuesta a sus problemas de diseño en el expertis de la creadora de muebles encastrables de material reciclado que está en la misma mesa de la Usina.

La Usina se ubica en un proyecto amplio, nacido del creciente movimiento emprendedor y en función a los aportes que significa este fenómeno para el mundo empresarial y la sociedad en su conjunto. En 2013 la Facultad dispuso la creación de una Unidad de Desarrollo Emprendedor como nodo para abordar las temáticas referidas al emprendedorismo universitario. Frente a una demanda en aumento, este año se resolvió la creación de este Espacio Colaborativo de Trabajo (CoWork), dónde nuclear a los emprendedores universitarios más prometedores de cada año.

Proyectos girando

En pocos meses, la turbina tomó un ritmo significativo. Hay 110 ideas girando en la mesa de trabajo, propiedad de alumnos y graduados de 10 facultades de la UNLP, que dan forma a futuras empresas en los sectores del desarrollo tecnológico, de servicios, la producción, el arte y la cultura, y social. A la iniciativa hay que trabajarla e incluso promocionarla, ya que el camino en la Usina incluye una votación abierta de proyectos sobre los cuales se vuelcan los instrumentos del sistema.

En la Facultad está disponible la red wi fi, la red de contactos, el apoyo técnico, sponsor potenciales e información sobre mecanismos de financiamiento e incubadoras de empresas. Y algo más: “creo que el aporte más importante es la dinámica de trabajo compartido que comienza a fluir entre los participantes. Aquí le llamamos la dinámica del scrum, que permite llegar a una solución en equipo, quizás diferente a la que se arribaría solo”, concluye Tettamanti.